Cambios climáticos, principal afectación en la pesca de atún y pelágicos.

 

Cualquier pescador sabe que no se puede luchar fácilmente contra los cambios climáticos que actualmente están afectando la pesca de atún y pelágicos en el Pacifico.

Hoy en día, el sector pesquero continúa siendo uno de los más productivos e importantes de Ecuador, y esto se puede medir con las toneladas de pesca que se obtienen cada año, sin embargo los fenómenos naturales representan un riesgo de suma importancia para el futuro.

Como es sabido, uno de los fenómenos que más ha afectado al sector pesquero es El Niño, no sólo perjudica a la pesca de atún, la cual representa el 85% de la actividad pesquera, sino que también damnifica a la industria conservera de sardina, harina de pescado o pelágicos congelados.

Estos tienen una amplia demanda particularmente en África, China y Rusia.

Aumento en la temperatura de la superficie marina

El aumento de la temperatura en la superficie del mar, origina que el atún migre a otros sitios, reduciendo así hasta un 25% las capturas en distintas sub-especies de atún.

Además de que esto provoca la disminución en la cantidad de minerales en estas aguas.

Sabemos que los minerales son producto de la descomposición de los animales que mueren en el mar.

El fondo marino es rico en dichos minerales y debido a las corrientes ocasionadas por el movimiento  terrestre esta agua asciende hasta la superficie donde se unen con las algas creando así una biomasa vegetal.

Esto representa la base alimenticia de los pequeños organismos como el plancton, los que a su vez son la fuente de alimento del atún y otros peces.

Por si esto fuera poco, algunas negociaciones a nivel político y la pérdida de las preferencias arancelarias con la unión Europea, pueden llegar a ocasionar una disminución en las exportaciones de productos de pesca ecuatoriana, las cuales representan el 58% en la actualidad.

Si esto llegara a pasar se perdería fuerza en el mercado para competir contra los asiáticos.

Las proyecciones advierten que el cambio climático seguirá repercutiendo  tanto en los ecosistemas marinos, como en la sociedad y su economía.

El aumento de la temperatura en el agua repercute incluso cambiando la fisiología de los peces, dependiendo de las regiones y latitudes, también es capaz de alterar la estacionalidad de varios procesos biológicos como la invasión de especies y propagación de enfermedades de transmisión vectorial.

4 pilares fundamentales de la seguridad alimentaria

En resumen, los cambios climáticos afectan a los 4 pilares fundamentales de la seguridad alimentaria: recursos, estabilidad acceso a y el uso.

    1. Por recursos se entiende a la disponibilidad de diversos alimentos de origen acuático, entre ellos el atún y los pelágicos, debido a las alteraciones en hábitats, variedad de especies y poblaciones ícticas y la distribución de dichas especies.

     

    1. En cuanto a la estabilidad, nos referimos a la afectación que pueden sufrir los suministros por las irregularidades estacionales y los cambios en la productividad de los ecosistemas.

     

    1. Disminuirá el fácil acceso a alimentos de origen acuático, lo cual perjudicaría en los medios de vida, la economía, así como la disminución de empleos.

     

    1. En cuanto a su uso, hay muchas culturas que deberán hacer ajustes en los productos acuáticos que consumen, introduciendo nuevas especies que no forman parte de la dieta convencional.

Actualmente la flota ecuatoriana pesca en promedio, más de 200 mil toneladas de atún al año, la capacidad de la industria procesadora en tierra es más elevada para procesar lo que se obtiene de dicha pesca.

Por este motivo se recurre a la compra de atún a barcos de otros países para poder mantener el stock de producción.