Con la salida del Reino Unido del acuerdo que mantenía con la Unión Europea, en cuanto a consideraciones de migración y pactos comerciales, decidido por los británicos el año pasado, gran parte del mercado ha quedado en incertidumbre y la pesca en la UE no se ha podido escapar de tal inseguridad comercial.
Así que el 2017 no será un año tranquilo para la pesca, la cual se muestra llena de retos y desafíos para la UE, los cuales se deben transformar en oportunidades. Si bien, la salida del Reino Unido de la Unión Europea se ha tornado un poco lenta, las autoridades de la Unión consideran que este año se intensificará, por lo que el sector pesquero de ambas partes deberá tomar posiciones.
La pesca en la UE – España asume posiciones
Ante tales cambios, la pesca británica se está asegurando de salir beneficiada al dejar la política común pesquera, ante lo que el bloque europeo, principalmente España, también está comenzando a visualizar oportunidades. El Secretario General de Cepesca, Javier Garat, opina que es necesario que España se dote de datos y argumentos de la pesca en la zona pesquera correspondiente a esta nación, por lo que considera que es hora de empezar a recopilar el diario electrónico de los barcos, a los fines de determinar las capturas que efectúa la flota española.
Lo anterior, en aras de cuantificar el impacto que conlleva el Brexit en lo que se refiere al acceso de los buques a las aguas británicas, como también el acceso de los buques británicos en aguas de la Unión. Esto será el éxito de poder sobrevivir al Brexit, ya que, por algo, antes del mismo el 80 % de los productos pesqueros que exportaba Gran Bretaña terminaban en la UE y gran parte eran recibidos por España año tras año.
La flota de las Malvinas es una gran amenaza para en mercado europeo
A la hora de evaluar las amenazas del Brexit para el sector pesquero, sin duda de debe hablar de la flota que opera en las islas Malvinas y la relación con Gibraltar. Ya que, en las Malvinas hay especies, a las que en Europa solo tendrá acceso el Reino Unido, lo que hace propicia la flexibilidad de incorporar nuevas especies y caladeros, para diversificar el mercado en la UE, lo que permitirá mantener los totales admisibles de capturas y las respectivas cuotas de pesca.
Para la flota española, el rape es una de esas especies que tiene poco cupo y peor aún el bacalao, que no cuenta con posibilidad alguna de captura. Lo que plantea la necesidad de ampliar los acuerdos pesqueros con otros territorios y aumentar los caladeros para las flotas que trabajan mediante pactos pesqueros con terceros países.
Nuevas normas para las flotas arrastreras de las aguas comunitarias
Aunado al Brexit, se suman las nuevas normas de pesca de arrastre que pueden afectar a las pesquerías de la Unión, en cuanto a las especies de aguas profundas, pues se establece ahora con el nuevo reglamento un límite de prohibición de capturar por debajo de los 800 metros.
El reglamento, a su vez, modifica la actividad exigiendo observadores a bordo, más estudios científicos y mayor revisión en la pesca a profundidad. Ahora bien, frente a los cambios comerciales derivados del Brexit, también, es necesario revisar el plan del Cantábrico, para así evitar la infrautilización de cuotas.
Por lo anterior, el año 2017 se define como un año poco tranquilo y con muchos retos, que tanto la pesca en la UE, como cada país miembro de la Unión debe revisar internamente para buscar la mejor forma de afrontar estos desafíos y encontrar nuevas oportunidades para hacer crecer el sector pesquero de la región.