Definitivamente el Ecuador es un país rico, pero muy mal administrado”, así lo sostiene Bruno Leone Pignataro, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería y principal representante del sector pesquero ecuatoriano.
Enfatiza esto al referirse a las graves pérdidas que sufren, tanto el sector pesquero como la industria en general de Guayaquil y el país, por los problemas que generan las restricciones de la energía eléctrica y la inseguridad.
Explica que un reciente análisis realizado conjuntamente con la Cámara de Industrias indica que cada hora sin energía eléctrica en el sistema industrial de Guayaquil equivale a 2,4 millones de dólares en pérdidas, lo que significa que si son 9 horas sin energía las pérdidas superan los 20 millones de dólares diarios.
Problema muy serio
Este es un problema muy serio, porque si bien es cierto que las empresas tienen sus propios sistemas de generación, digamos de respaldo, en el caso de falta de energía, como la palabra lo dice son sistemas de respaldo, no son sistemas diseñados para generación continua y de largo tiempo.
Eso por un lado y, por otro el costo del kilovatio cuando uno autogenera es tres veces más que el costo de la energía pública; digamos que, si la energía pública está en 11 o 12 centavos, el costo de generación nuestro es de 30 centavos por kilovatio.
Entonces esto también tiene un impacto en los costos, se entiende que va a haber un esquema de compensación, que las empresas que generen y entreguen energía a la red nacional, mediante un sistema de medición, se conocerá esos valores para que después sean devueltos vía reducción en la planilla.
Empresas adecúan producción
Leone explica que por la restricción de energía las empresas han tenido que adecuar sus sistemas de producción. Por ejemplo, en una planta atunera el proceso empieza en la noche y madrugada, que es cuando la gente de producción planifica el trabajo para el resto del día.
Entonces dice ‘mañana voy a cocinar tantas toneladas, de tal especie, tal cantidad, de tal tamaño, etc.’, porque todo tiene que ser en función de la búsqueda de un rendimiento que sea óptimo y eficiente para la planta por el tema de costos.
Luego, entonces ese pescado, una vez que el departamento de producción establece cuánto va a producir, lo comienza a sacar de las cámaras de frío en la noche para descongelarlo, una vez que lo descongela tiene que pasar por el área de desvicerado y de allí va a las cocinas. Entonces cuando la gente llega a trabajar ya en las mañanas el pescado tiene que estar listo para ir a las cocinas y a las mesas, es decir, esto se comienza en las noches, por eso es importante que por lo menos se respeten los horarios de cortes de energía.
Generación de respaldo
Ciertamente este es un problema que no lo creó este Gobierno, el que tiene apenas unos once meses, pero es claro que si tu matriz energética está basada en un sistema de energía hidráulica que depende del agua que viene del cielo, tienes que pensar que va a haber tiempos en que van a caer lluvias y otros con menos o ninguna lluvia, entonces el diseño de tu matriz energética tiene que contemplar, así como nuestras plantas pesqueras que tenemos nuestro sistema de respaldo, un sistema o parque termo generador de respaldo.
De esta manera se podrá cubrir los déficits de lluvias, cuando haya que bajar la generación hidráulica, y tiene que entrar a funcionar el parque termoeléctrico y así no tener que traer al apuro unas barcazas que cuestan una fortuna.
Bruno Leone durante la entrevista concedida al director de Ecuador Pesquero Armando Anchundia
Solución inversión privada
Pero ¿cómo lo enfrentamos?, ¿cómo se resuelve este tema?….la propuesta es abrir la inversión privada local o extranjera, que vengan con reglas claras, que vengan y se establezcan sistemas de generación eléctrica, hoy en día hay diferentes alternativas tecnológicas como energía eólica, solar, hidráulica, estática, etc.
Hay diferentes tipos de energía, pero hay que sacarse de la mente que es mala la intervención privada en la provisión de un servicio estratégico, porque no hay energía más cara que la que no hay.
Entonces esa es la solución, abrirse a la inversión extranjera para que vengan y se establezcan estos sistemas y se acaben estos problemas.
Leone puntualiza que históricamente Guayaquil se convirtió en una ciudad industrial, desde hace 80 o 90 años atrás, porque aquí la empresa eléctrica del Ecuador que era una compañía manejada por una gente de Estados Unidos, con el famoso George Capwell, vino y produjo energía continua y segura para las industrias. Eso hizo que aquí se asienten muchas industrias porque tenían una buena provisión de energía.
Eso es lo que hay que hacer, no hay que inventar el agua tibia, pero si seguimos pensando que es mala la inversión no se lo logrará, cuando aquí lo que hay es un monopolio perverso del Estado que le está haciendo mucho daño a la gente y eso tiene que terminarse.
200 millones en seguridad
Yo comentaba cuál es el bien más importante que tiene el ser humano y esta es la libertad, el ser libre, el poder ir, venir, decidir, pero si no hay seguridad tu libertad está seriamente afectada porque ya no puedes ni siquiera salir.
Ya le toca al Gobierno con sus estamentos y con todo su andamiaje controlar ese tipo de cosas, aunque sea mínimamente, ya que los ecuatorianos queremos seguridad.
Los pescadores artesanales son asaltados a diario, se les llevan los motores, en unos casos los dejan amarrados y en otros casos lamentables hasta los matan.
Los barcos de pesca costera están siendo asaltados permanentemente, están siendo vacunados, eso es un tema que ya lo hemos hablado tantas veces, nos pusimos a hacer una encuesta rápida hace más o menos un año entre los sectores pesquero y camaronero, sobre cuánto les cuesta a estos sectores el problema de la seguridad y la conclusión fue que más de 200 millones de dólares al año.
¿A quién le trasladamos esos costos?, cuando usted exporta no le puede trasladar esas ineficiencias del Estado al producto, usted no lo puede poner en el precio de la caja de atún o de camarón al mercado. Estas ineficiencias o estos costos en otros países no los hay.
Eso es algo que no puede seguir así, los ecuatorianos que no hacemos otra cosa que trabajar y que queremos vivir en paz y con tranquilidad estamos muy afectados.
País rico mal administrado
Se viene un proceso electoral y yo aspiraría a que la gente piense bien a quién le va a dar el voto. Ojalá que el próximo gobierno que venga sea un gobierno a favor de la producción, del trabajo, de la protección, de la libre empresa, a favor de la libertad.
Yo aspiraría a que podamos dejar a un lado tanta conflictividad y tanta pelea para poder sentarnos en una mesa y resolver estos problemas.
El Ecuador es un país muy rico, pero muy mal administrado, esa es la verdad, esa es la conclusión, porque no somos capaces de ponernos de acuerdo y no es que haya falta de capacidad, sino que el problema es que hay una beligerancia política que no permite llegar a acuerdos mínimos.
Tenemos que llegar a acuerdos mínimos como país, seguramente habrá cosas en las que nunca nos vamos a poner de acuerdo un sector con otro, pero hay muchas cosas en las que sí, por ejemplo, quién puede estar en desacuerdo en que haya seguridad, que haya un buen sistema de salud, que haya un buen sistema de educación.
“Eso es lo que aspiramos los ecuatorianos, ver un plan en ese sentido, pero ya basta de peleas y de tantas vainas”, concluye subrayando Bruno Leone.
Pesca solo buenas noticias
Contrario a lo que sucede en el país, nosotros vamos a terminar el año bien, hemos tenido una buena pesca, las exportaciones están interesantes en cuanto a números, es decir, todo bien.
Nosotros en el sector pesquero cada vez que salimos a hablar es solo para dar buenas noticias. Nosotros siempre somos portadores de buenas noticias, no salimos a quejarnos ni nada, obviamente somos parte de la vida del país y tenemos nuestro punto de vista, una voz y una opinión, pero estamos trabajando todo el tiempo y generando solo buenas noticias. Ojalá que todo el mundo hiciera lo que hace el sector pesquero.
Le digo a mi sector y a todos los ecuatorianos que tengamos fe en el país, que tengamos la capacidad de llegar a acuerdos mínimos, que dejemos la beligerancia y la pelea.