¿Qué es el fenómeno de la Niña?
La Niña es un fenómeno que provoca el enfriamiento de la superficie del Océano Pacífico tropical, con descensos de temperatura de alrededor de 0.5 grados Celsius. Ocurre cada 3 o 5 años y tiene una duración aproximada de entre 6 a 24 meses. Es 50% más probable que ocurra inmediatamente después de El Niño, con consecuencias para los patrones de clima global contrarios a este otro fenómeno. Su intensidad es mayor durante los meses de octubre a enero.
La FAO publicó recientemente un reporte para analizar las posibles consecuencias para la agricultura y seguridad alimentaria de los países afectados en este momento por El Niño. También sirve al propósito de recomendar acciones preventivas para las áreas productivas del sector agrícola, los cuales pueden beneficiarse de los impactos positivos de La Niña o prevenir y mitigar sus efectos negativos.
Efectos esperados
Actualmente existe una alta probabilidad de entre 55 y 70% para que ocurra otro episodio de La Niña a finales de 2016, con una probabilidad baja de que se presente de forma temprana durante el mes de julio.
Las áreas afectadas por El Niño suelen ser las mismas que las afectadas por La Niña, sólo que con consecuencias climatológicas opuestas. Por ejemplo áreas que experimentaron sequía o elevadas temperaturas, sufrirán lluvias por encima de su promedio esperado y, en algunos casos, temperaturas más bajas. Si se presenta en julio sus efectos se verían para mediados de septiembre en Ecuador.
Sus consecuencias pueden ser tanto positivas como negativas para el sector agrícola, que sería el principal afectado. Entre las posibles consecuencias positivas para el Ecuador y el norte de Suramérica están el beneficio de las plantaciones y cosechas más tempranas, debido a las abundantes lluvias. Entre las consecuencias negativas la pérdida de semillas por la mayor humedad, riesgo de inundaciones, pérdidas de cosechas y riesgo de tifón. En este caso recomiendan al sector aconsejar a los agricultores sobre el almacenamiento y secado de semillas, mantenimiento y construcción de represas, embaulamiento de ríos, etc. Plantar cosechas resistentes a inundaciones y ajustar cantidades usadas de fertilizantes.
Para el sector pesquero ecuatoriano las condiciones tienden a ser positivas: La Niña se caracteriza también por la presión más alta de lo normal en el Pacífico central y oriental. Esto se traduce en disminución de la producción de nubes y precipitaciones en esa región. La Niña suele tener un impacto positivo en la industria pesquera de la región occidental de Sudamérica. El afloramiento trae aguas frías, ricas en nutrientes a la superficie. Los nutrientes incluyen el plancton comido por los peces y crustáceos lo a atrae a depredadores de alto nivel, incluyendo especies de alto valor comercial.
Para nuestra región los efectos del fenómeno están previstos para los meses entre septiembre de 2016 y marzo de 2017.