Por: Franklin Ormaza González, PhD. Cámara Nacional Pesquería.
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El enfriamiento dramático del Pacifico Central ecuatorial empezó a finales de Diciembre 2015 (Fig. 1), en apenas dos meses el contenido de calor entre 180 W-90 W, 5N-5S (300 m de profundidad) pasaba de +2 C a valores negativos, llegando a -1.2C en Mayo 2016. Luego se ha mantenido relativamente constante alrededor de -0.7C. Por otro lado y en resonancia a la perdida de calor, las anomalías superficiales de temperatura, igualmente comenzaron a disminuir en las cuatro áreas del Niño, esto es: 4, 3, 3.4 y 1+2 (Fig. 2); las anomalías primero decrecieron de manera dramática en 1-2, en apenas dos semanas pasaron de +1.6C a -0.5C en abril, luego se mantenido alrededor de 0.0 C hasta la actualidad, por otro lado en Niño 3, las anomalías igualmente decrecieron a valores negativos desde mayo, mientras que en 3.4 desde junio, lo que muestra que las masas aguas frías han viajado de Este a Oeste.
Las condiciones térmicas en el plano vertical (Fig. 3) hasta profundidades de 300, han sido igualmente negativas, con valores que han llegado a -4.0C y se han mantenido ya por más de 4 meses. Esto comprueba el enfriamiento no solo de la superficie sino de la columna de agua. La termoclina igualmente es mucho más somera hacia el Este (Niño 1-2), lo que abunda en demostrar el afloramiento de la corriente de Cromwell, la cual viaja de Oeste a Este ligeramente al sur de la línea ecuatorial, y cuando llega al Oeste de la Islas Galápagos se genera afloramiento (figuras 4 y 5) que ha provocado núcleos superficiales de anomalías negativas de hasta -3.0C. Igualmente desde el sur bordeando las costas de Chile y Perú llega la corriente de Humboldt al sur Ecuador (Golfo de Guayaquil) como el afloramiento, y luego se dirige al Oeste. Estas condiciones se han mantenido en estos meses, aunque desde la segunda semana de noviembre, se observa cierto debilitamiento; las anomalías negativas han pasado -3.0 a -1.0C (Fig. 4) y la isoterma de 19 C ya no se ubica frente al Golfo de Guayaquil, como en agosto-octubre. (Fig.5).
La Niña 2016-2017
EL Niño o la Niña están definido en términos de las anomalías de temperatura superficiales del mar (TSM) en Niño 3.4; esto cuando las anomalías perduran ≥ +0.5 C o ≤-0.5 C por tres meses consecutivos los cuales son a su vez son el promedio de tres meses; es decir por 5 meses, se declara el Niño o la Niña. Esto último ha ocurrido la segunda semana de Noviembre. La NOAA, que se ha convertido el órgano oficial al respecto, lo declaró, pero anteriormente otras agencias de investigación oceanográfica y meteorológica ya lo habían hecho. El autor, proyectó condiciones la Niña desde mayo, basado en eventos El Niño anteriores como 1982-1983 y 1987-1988 y el hecho que el Pacifico está en un PDO de fase fría, que perdurará hasta 2025-2030. Las anomalías para la segunda semana de Noviembre son: -0.5, -0.7, -0.4, y +0.4 C para las áreas 4, 3.4, 3, y 1+2 respectivamente, mientras que para el periodo Agosto-Octubre es -0.7C, es decir que la Niña ya empezó, y se la califica como débil (≤-0.5 a -1.0 C), con posibilidades de hasta 55% de mantenerse los primeros meses del 2017 (http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/lanina/enso_evolution-status-fcsts-web.pdf)
La Niña y las pesquerías
El afloramiento de Cromwell y Humboldt bombea toneladas de nutrientes que generan fotosíntesis, lo que a su vez produce biomasa en los niveles tróficos superiores que deriva al aumento de biomasa de las poblaciones pesqueras. Debe haber un incremento de la biomasa en estos meses y los venideros, por lo que el volumen de pesca debe incrementar al igual que el tamaño de los peces. La pesca de pelágicos pequeños y otros como la merluza será favorecida. El atún debería igualmente incrementar su biomasa aunque su disponibilidad para su captura es difícil prever. Por otro lado, puede haber una sequía importante en los próximos meses.