Por: Franklin Ormaza González, PhD. Cámara Nacional Pesquería.
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Introducción. El fenómeno La Niña continúa. Las anomalías negativas persisten en todo el Océano Pacífico central-ecuatorial (áreas Niño 4, 3-4 y 3) hasta las costas ecuatorianas-peruanas (área Niño 1+2). La figura 1 muestra la distribución de anomalías en todo el Océano Pacífico. En el Hemisferio Norte se observa una enorme área con anomalías negativas de hasta -3C, la cual ha desplazado la llamada burbuja caliente (norte de Estados Unidos), igual en el Pacifico Sur se observan anomalías negativas. En el Pacifico Ecuatorial, donde se encuentran las áreas El Niño 1+2, 3, 3-4, y 4 que van desde aproximadamente 80 W 160 E (ver reportes anteriores) las anomalías negativas han prevalecido desde Junio, llegando a valores por debajo de -3C, y en promedio el área 3-4, que es donde se define si existe o no la Niña o Niño, ha promediado -0.8C desde julio hasta la segunda semana de Diciembre. Se debe anotar que el O. Pacifico debido a su enorme área, ejerce el mayor impacto en el clima global, las anomalías térmicas globales, así como subieron durante el 2015 y parte del 2016, han caído en picada en los últimos meses. Lo anterior ha provocado intensa discusión sobre si existe o no el calentamiento global.
Fig. 1.- Distribución global de las anomalías térmicas en los océanos de la Tierra.
http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/MJO/enso.shtml
Área: El Niño 1+2. Esta área que comprende prácticamente todas las aguas marinas del Ecuador, las isotermas desde la línea ecuatorial hacia el sur, han variado desde 24 a 20 C, e inclusive hasta 19 C en el mes de octubre-noviembre; por otro lado, al oeste las Islas Galápagos las isotermas van de 19 a 21 C de manera persistente desde julio a la presente semana (Fig. 2). Lo anterior ha provocado que en promedio anomalías positivas y negativas alrededor y muy cercanas a condiciones neutras, pero se registran áreas con anomalías de -2C entre las costas ecuatorianas y Galápagos; mientras que al Oeste de Galápagos las mismas llegan hasta -3C (Fig. 3).
Fig. 2. Distribución de isotermas áreas Niño 3, 1+2, al 4 Diciembre. Fuente Inocar.
Fig. 3. Anomalías térmicas en áreas El Niño 3 y 2+2. Fuente Inocar.
Perspectivas. Los modelos de predicción sugieren que la Niña podría extenderse hasta los primeros meses de 2017 según lo sugiere el modelaje de la Met Office (Reino Unido) para el área 3-4 (Fig. 4). Se debe recordar que a partir de abril-mayo los vientos del sur tienden a prevalecer trayendo consigo las aguas frías de Humboldt, lo que eventualmente provocaría un retorno a las anomalías negativas después de abril-mayo.
Fig. 4. Proyecciones de anomalías térmicas en el área 3-4. Fuente Met Office.
http://www.metoffice.gov.uk/research/climate/seasonal-to-decadal/gpc-outlooks/el-nino-la-nina
Repercusiones.
La Niña ha ocasionado ya sequía en varias provincias de la costa y algunas que se ubican en el lado occidental de la cordillera de los Andes (ver diario El Expreso: http://expreso.ec/economia/la-carencia-de-lluvias-seguira-golpeando-al-agro-YM916045 ), problemas de salud (enfermedades respiratorias), etc. Sin embargo, las pesquerías deben ser beneficiadas en el corto-mediano plazo. La Niña hace la corrientes de Humboldt y Cromwell afloren o emerjan de manera constante bombeando miles de toneladas de nutrientes (N, P, etc.) que son la base de la cadena trófica, que originan la fotosíntesis y producción de biomasa que termina en niveles más altos (peces pelágico), lo que implica que la biomasa de las pesquerías debe aumentar. La disminución de pesca en el atún en relación al 2015, refleja el impacto de las condiciones oceanográficas de ese año, 2016 es el periodo de transición para que la cadena trófica se reactive desde su base. Lo último ya ha ocurrido, por lo que probablemente al primer trimestre del 2017 debe haber mayor disponibilidad de recursos pesqueros. En cuanto a la sequía, esta se puede prolongar.
