WWF, consciente de la reciente detención de un buque de carga refrigerada tipo ’Reefer’, de bandera China y con una apreciable cantidad en sus bodegas de distintas especies de peces pelágicos, incluyendo tiburones protegidos por tratados internacionales, la cual ocurrió en la Reserva Marina Galápagos, considera importante hacer público nuestro rechazo a la pesca industrial dentro de las aguas de la RM Galápagos y al ingreso de embarcaciones no permitidas a dicha zona protegida, acciones estas que amenazan la integridad de los ecosistemas y biodiversidad de este importante ‘Sitio Natural de la Herencia Mundial’, según la UNESCO.
En este contexto, aplaudimos la gestión por parte de la Armada Ecuatoriana con apoyo del Ministerio de Ambiente en la reciente captura de la embarcación mencionada arriba, demostrando el interés del país en hacer respetar esta importante área marina protegida.
Acorde a las imágenes difundidas del barco detenido, en las bodegas se observan especies de tiburones enlistados en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), como son el tiburón rabón (Alopias pelagicus) y el tiburón martillo o cachuda roja (Sphyrna lewini). También se observan algunas especies del género Carcharhinus, entre ellas probablemente la especie tiburón mico (Carcharhinus falciformis) que también aparece en el Apéndice II de la CITES. La Reserva Marina Galápagos es una gran área de reproducción y repoblamiento para el Océano Pacífico oriental, y los barcos pesqueros están aprovechando lo que sale de ella, conocido como el efecto de ‘spill-over’.
La captura e incautación del barco fue posible gracias a sistemas de control y vigilancia electrónicos instalados en Galápagos por el Gobierno Nacional con el apoyo de organizaciones como WWF, Sea Shepherd, WildAid, y Conservación Internacional, para el uso de la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la Armada de Ecuador. Esto ha permitido que el Archipiélago sea uno de los pocos que cuenta con un sistema de monitoreo de embarcaciones en tiempo real del más alto nivel, lo cual es una clara demostración del gran avance que ha tenido el manejo de la Reserva Marina para cumplir con la decisión que, desde hace dos décadas, fue tomada por el país para proteger las aguas de Galápagos de la pesca industrial.
Este incidente ocurre en un momento en que la trazabilidad de los productos pesqueros es objeto de debate a nivel mundial, poniendo sobre la mesa el problema de las actividades de trasbordo de pescado en altamar por parte de barcos pesqueros palangreros hacia buques de carga, que son los que llevan finalmente la captura a puerto. Esta actividad, si no es controlada adecuadamente, puede convertirse en un punto de entrada para que pescado capturado ilegalmente ingrese en la cadena de comercialización de los productos legales. Asimismo, el trasbordo está íntimamente relacionado al uso de banderas de conveniencia, a malas condiciones laborales abordo incluyendo prácticas de neo-esclavitud, y a interferencias con el trabajo de observadores de pesca que monitorean esta actividad.
En el Océano Pacifico Oriental, la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), organización encargada del control de pesca a nivel regional, ha regulado el trasbordo, pero no ha podido conseguir consenso entre los países para el incremento de observadores a bordo de los barcos palangreros industriales. Esto significa que existen muchos barcos palangreros que pertenecen a naciones que operan flotas a larga distancia, que con facilidad pueden realizar capturas en los mares sin ningún control. Sobre estos temas, que son de relevancia regional, WWF ya ha hecho un llamado de atención a los países miembros de dicha Comisión (https://www.iattc.org/Meetings/Meetings2017/JUL/PDFs/Docs/Documento-de-posicion-de-WWF.pdf ). WWF continuará su labor de asistencia técnica a la CIAT pero también de abogar por prácticas mejores para neutralizar la pesca ilegal, no controlada y no regulada.
Por el momento, considerando la gravedad de la infracción cometida, sería de suma importancia que las autoridades verifiquen si la embarcación detenida consta o no en los registros de buques autorizados para operar legalmente en el Océano Pacífico Oriental. En caso de no encontrarse en dichos registros, la embarcación debería ser reportada a la Comisión Interamericana del Atún Tropical para ser incluida inmediatamente en las listas de buques que participa en transporte de pesca ilegal, no declarada, y no reglamentada de esta Organización Regional de Pesca, de la cual el Ecuador es miembro activo.
Frente a estos hechos, WWF seguirá apoyando los esfuerzos del Gobierno Nacional, particularmente del Ministerio de Ambiente y nuestra Armada, para salvaguardar Galápagos y conservar, no sólo este Archipiélago de renombre mundial, sino también todas nuestras costas, hábitat de mantarrayas gigantes, tiburones y varias especies de atunes tropicales- recurso apreciado a nivel mundial. Reiteramos nuestro rechazo al ingreso de flotas pesqueras en zonas de restricción y el compromiso de seguir trabajando para apoyar el fortalecimiento de los sistemas de protección de la Reserva Marina Galápagos.
Como organización, hemos visto como una acción positiva los anuncios recientes del Gobierno de la República Popular China en relación al combate del cambio climático, así como de los crímenes ambientales y tráfico de especies. A la par de este anuncio, estaremos solicitando una audiencia con la delegación diplomática China en nuestro país, la cual estamos seguros nos será concedida. En dicha reunión, expondremos y profundizaremos los puntos expuestos en esta comunicación.
WWF trabaja a nivel mundial para prevenir y mitigar este tipo de acciones, las cuales deben ser tomadas con urgencia y seriedad por todos los países involucrados. Hoy, hacemos un especial llamado a los países grandes, con flotas pesqueras industriales significativas, tales como la República Popular China, para que refuercen los controles sobre sus flotas pesqueras y aseguren el respeto de las aguas territoriales de los países más pequeños.
¡A todos nuestros socios y amigos, unámonos para proteger el Océano Pacífico Tropical!
Hugo Arnal, Director País, WWF-Ecuador