El sector pesquero industrial ecuatoriano fue el que denunció la presencia de una gran flota de barcos de China pescando cerca de nuestras aguas jurisdiccionales y lo hizo con el fin de que el país y en especial nuestra Armada estén alertas y vigilen que no ingresen en las 200 millas.

Producto de esta denuncia, que rápidamente se hizo eco a nivel nacional e internacional, y gracias al gran trabajo de nuestra Armada de Guerra, esos barcos nunca ingresaron a nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE).

Lo lamentable es que este hecho haya sido tomado como un pretexto para querer ampliar la reserva marina de Galápagos de 40 millas a una extensión aún desconocida, puesto que se habla de 80, 100 y hasta 200 millas alrededor de las islas Galápagos. 

De denunciantes a afectados

De darse esta ampliación del área de reserva, el sector que denunció la presencia de la flota china, se vería seriamente afectado, puesto que fuera de las 40 millas de la zona de Galápagos barcos medianos y pequeños, así como la flota artesanal pescan el 40% del total de las capturas de la flota pesquera ecuatoriana, con el consiguiente perjuicio económico que ello implica, esto es, la pérdida de numerosos puestos de trabajo y la no generación de divisas que ahora más que nunca son fundamentales para la sostenibilidad de la dolarización. 

Sector pesquero unido

La pretendida ampliación de la reserva marina de Galápagos ha dado lugar a un hecho trascen-dental, la unión de todo el sector pesquero industrial, del sector pesquero artesanal del continente y del sector pesquero artesanal de las islas, es decir, todo el sector pesquero del país.

Unidos en un solo frente y con un objetivo común, la defensa del trabajo y la supervivencia de sus familias, coincidieron en Guayaquil los representantes de los pescadores artesanales de las islas agrupados en la Coope-rativa de Producción Pesquera Artesanal de Galápagos (Copropag), los pescadores artesanales del continente que conforman la Federación Nacional de Cooperativas de Pescadores Artesanales del Ecuador (Fenacopec), la Asociación de Atuneros del Ecuador (Atunec) y la Cámara Nacional de Pesquería.

Estos gremios, representados en ese orden por Dionisio Zapata, Gabriela Cruz, Luigi Benincasa y Rafael Trujillo, a más de exponer ante los medios de comunicación del país sobre la importancia del sector como generador de empleo, divisas y su potencial crecimiento, sobre la pesca responsable y su compromiso con la sostenibilidad, y, su postura frente a la presencia de la  flota china en aguas internacionales, dejaron muy en claro que si bien el sector pesquero es un ferviente creyente del diálogo, no dudará en levantar el perfil de sus acciones y defenderá sus legítimos derechos en caso de percibir que estos podrían verse vulnerados.

POSICIÓN DEL SECTOR PESQUERO DEL PAÍS

Reunidos el pasado 24 de septiembre en Guayaquil, los representantes del sector pesquero del país emitieron el siguiente comunicado a la opinión pública y a la ciudadanía en general:

– El sector pesquero vive del mar y es por ello el más interesado en realizar un trabajo responsable que garantice la sostenibilidad de los recursos. En tal virtud reiteramos nuestro compromiso para continuar con prácticas altamente responsables y potenciarlas en el tiempo.

– Somos un sector sustancial para la economía del país, generamos más de 1.600 millones de dólares en divisas y, sobre todo, más de 200.000 empleos directos. Somos, además, parte fundamental de la seguridad alimentaria del pueblo ecuatoriano. Merecemos ser considerados en todos los espacios de diálogo constructivo, en torno al uso sostenible de los recursos marinos.

– Como pesqueros nos oponemos a la ampliación de la Reserva Marina de Galápagos, ya que esto no soluciona en absoluto el problema de la flota pesquera China. Lo que generaría es un incalculable perjuicio al sector pesquero nacional y a los miles de empleos que de él dependen.

– Rechazamos enérgicamente todo tipo de comunicados e información que sostenga lo contrario, generando únicamente desinformación en la ciudadanía.

– Los pescadores conocemos el mar, condición que nos permite reconocer el magnífico trabajo que realiza la Armada Nacional y la Autoridad Pesquera por precautelar nuestra soberanía y nuestros intereses como nación. Nuestro contingente y total apoyo para que esta labor se siga potenciando y sus competencias y herramientas fortaleciendo para trabajar por el Ecuador y su futuro.

– Somos fervientes creyentes del diálogo, pero no dudaremos en levantar el perfil de nuestras acciones y defender nuestros legítimos derechos si percibimos que los mismos podrían vulnerarse,

– Como sector abordaremos siempre con frontalidad y con argumentos técnicos nuestra posición, la cual tiene a modo de bandera la defensa del sustento de más de 200.000 familias.

HICIMOS DENUNCIA Y AHORA NOS QUIEREN PERJUDICAR

“Con relación a la flota china sentimos cierta indignación ya que desde Atunec fuimos los primeros en denunciar su presencia cerca de nuestras aguas jurisdiccionales, y enviamos las fotos y nuestras denuncias directamente a la Armada Nacional, pero cuál es la sorpresa que lo que denunciamos se revierte en contra nuestra, como un bumerán”, sostiene Luigi Benincasa, representante de la Asociación de Atuneros del Ecuador (Atunec).

“Ahora nos quieren perjudicar, poner restricciones a los barcos ecuatorianos que sí cumplimos con toda las legislaciones nacionales e internacionales, es increíble lo que nos está sucediendo, la próxima vez que los veamos nos vamos a quedar callados, los vamos a ver y no vamos a decir nada”, subraya. 

LUIGI BENINCASA
Gerente de ATUNEC

Benincasa explica que de la flota atunera, aproximadamente el 40% son embarcaciones pequeñas y sus caladeros naturales están dentro de las 200 millas de la zona económica exclusiva, adyacentes a Galápagos o a la parte insular.

Vamos a liquidar a ese 40% de las embarcaciones pequeñas que pescan más de 100.000 toneladas de atún al año, veamos como país si queremos sostener esta industria, si creemos que esta industria que está bien manejada, bien regulada quieren que siga asentada aquí en el país o debemos decirle que busquen otros aires a los inversionistas, porque aquí en el Ecuador nuestro rumbo va a ser ciento por ciento ecológico.

MENOS TRABAJO Y MÁS POBREZA

GABRIELA CRUZ
Presidenta de FENACOPEC

Pescadores artesanales de lugares como Anconcito, San Mateo, Manta, Jaramijó y Santa Marianita pescan cerca de Galápagos, fuera de las 40 millas, y en caso de haber una ampliación de la reserva marina lo que va a pasar es que nuestra gente se va a quedar sin fuentes de trabajo, sostiene Gabriela Cruz, presidenta de Fenacopec.

Recordemos que los pescadores artesanales no son solos pescadores, ellos son el sustento de sus familias, por lo tanto yo sí creo que el Estado ecuatoriano y quienes impulsan la ampliación de esta reserva marina deben analizar este tema en una mesa de diálogo, donde seamos escuchados también y donde se nos dé a conocer cuál es la propuesta, qué va a pasar  

con nuestra gente, porque aquí estamos hablando de un tema social, que va a ocasionar más pobreza, menos trabajo y menos alimentación. 

Lo que hacemos, nuestra actividad forma parte fundamental de la soberanía alimentaria de nuestro país, por lo que consideramos que se deben medir la parte ambiental y la parte humana, que ambas deben ir de la mano, y no solamente pensar en qué vamos a hacer en la parte ambiental sino también mirar la parte humana, de nuestros pescadores, que es muy importante en nuestro país y nuestra soberanía.

 FLOTA CHINA SEGUIRÁ VINIENDO EXACTAMENTE AL MISMO LUGAR

Para Rafael Trujillo, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Pesquería, el problema fundamental que estamos abordando es que la cuerda se rompe por el lado más fino, porque nada tiene que ver el aumento de la reserva marina con la flota china.

Si aumentan la reserva marina de 40 a 80 millas, la flota china va a venir exactamente al mismo sitio a pescar como todos los años y no se soluciona el problema, y por el contrario lo que va a suceder es que van a perjudicar a la flota pesquera ecuatoriana.

Lo que hay que hacer es fortalecer la presencia del país en las organizaciones regionales de ordenación pesquera (OROPs) que regulan la captura de los recursos en alta mar, ya sea del atún con la CIAT, y en el caso del calamar con la OROP del Pacífico sur.

RAFAEL TRUJILLO
Director Ejecutivo de la Cámara Nacional de Pesquería

Ahí está la solución, pidiendo en esas organizaciones que se cumplan una serie de normas y no en el aumento de la reserva marina sin fundamento alguno, y que tiene otros intereses atrás.

PESCADORES ARTESANALES DE GALÁPAGOS MUY AFECTADOS

DIONISIO ZAPATA
Presidente de la COPROPAG

Si al momento su situación es difícil, un aumento de la reserva marina sería catastrófica para los pescadores de las islas Galápagos, según lo sostiene Dionisio Zapata, presidente de la Copropag.

Con la pandemia las actividades turísticas se han visto seriamente afectadas y esto paralelamente también afecta a los pescadores, quienes a más de tener restricciones para pescar no pueden vender sus productos y se han visto obligados a traerlos al continente, donde se encuentran con otros problemas adicionales.

Quisiéramos que con datos técnicos y científicos nos digan a los pescadores artesanales de Galápagos y del país de qué forma estamos 

atentando contra la naturaleza, dice Dionisio Zapata, al tiempo que subraya que los problemas de las islas son otros. 

Si son tan conservacionistas por qué no se preocupan por los verdaderos problemas de las islas como son la contaminación de la basura, de las aguas servidas, de la falta de agua potable, con lo cual estamos siendo muy afectados en nuestro modo de vivir.

Al parecer hablar de una ampliación de la reserva es la única arma que tienen para impedir el desarro-llo del sector pesquero artesanal. Si hacemos una comparación entre los conservacionistas y los pescadores artesanales, nosotros les ganamos porque sí conservamos para el futuro nuestras especies, concluye.

La gráfica muestra la Zona Económica Exclusiva tanto del área continental como del área insular. Nuestro país  tiene total derecho y soberanía sobre estas áreas. Fuera de las 40 millas de la  Reserva Marina de Galápagos la flota mediana y pequeña atunera desarrolla  sus actividades pesqueras, siendo  además vigilantes para evitar el ingreso de flotas pesqueras extranjeras en nuestras aguas jurisdiccionales.