El 08 de junio se celebró El Día Mundial de los Océanos, siguiendo al día del atún, celebrado el mes pasado y marcando una fecha  importante para promover la conservación a gran escala de todo el océano, a través de la colaboración de la comunidad global. La Organización de Naciones Unidas describió el evento como una oportunidad única para promover la meta de un océano  más saludable, limpio, así como la preservación del ecosistema marino. Pero el atún sigue siendo el centro de atención para muchos.

El tema de este año es ‘Healthy Oceans, Healthy Planet» y algunas empresas pesqueras se han sumado a la iniciativa. En California la empresa Seaworthy Sustainable Seafood, un afiliado de Fish Revolution celebraron «Seafood Stories Volume IX: Tuna, Or Not to Tuna?», el evento se trata de una ruta gastronómica y educativa que le enseña a los consumidores que especies de atún es seguro comer y cuáles no. La autora Liz Cunnigham también se unió para explicar a través de la cadena de suministro el impacto directo que cada empresa, pescador y hasta chefs tienen en la conservación del atún y el océano, además de la provisión de alimentos para la población mundial.

Algunos datos importantes sobre la conservación del océano para las próximas décadas contemplan el cambio climático como principal amenaza, debido a que provoca el derretimiento de las capas de hielo de los polos subiendo los niveles de la masa oceánica. Esto provoca un cambio de temperatura que afecta negativamente a las especies que viven en el mismo. El nivel promedio aumentó 19 cm en los últimos años. La contaminación por plásticos y desechos en general es la gran segunda amenaza. Por último se señala la introducción de especies extrañas a nuevos ecosistemas, que en general es una amenaza para la biodiversidad en el planeta. Pero no todos los datos son negativos, entre los datos esperanzadores se destacan el Tratado Internacional contra la Pesca Ilegal, que protege a las especies marinas y contribuye a la seguridad alimentaria, además del cada vez más creciente desarrollo e implementación de las energías renovables. De esta forma se hace posible un futuro sustentable para el océano.