“Soy un empresario de la pesca y mi análisis va desde ese punto de vista, así como también desde el punto de vista de un ciudadano común”, así empezó Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, su intervención durante el conversatorio ‘El Niño’: experiencia local para una acción nacional.
En este evento, que fue organizado por el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible del Ecuador (Cemdes), la Cámara de Industrias de Guayaquil y la Espol, participaron además representantes de otros sectores productivos.
Bruno Leone se refirió primeramente a la importancia del sector pesquero y camaronero para la economía y el empleo en el país, advirtiendo que una afectación seria a estas importantes actividades productivas podría traer graves consecuencias.
Ing. Bruno Leone,
Presidente de la Cámara Nacional de Pesquería
Importancia de pesca y camarón
El año pasado en conjunto, pesca y camarón, dieron al país más de 9.000 millones de dólares, eso es casi el 40 % de las exportaciones no petroleras, una contribución importantísima a la balanza comercial y con toda la cadena de valor que estos dos sectores agregan, expresó.
Destacó que en el caso de la pesca el 67 % de los productos que exportamos son con valor agregado y la cadena de valor es enorme, ahí hay 200.000 empleos, entre ellos mecánicos, pintores, gasfiteros, eléctricos, electrónicos, en los diques, fabricantes de cartón, latas, envases, etcétera.
Por lo que una afectación a este sector podría causar un proble-ma a ese nivel, ya que no es solamente al armador pesquero o a la planta de procesos de pescados, sino a nivel de toda esa cadena de valor.
Impacto de El Niño 97-98
Bruno Leone se refirió a El Niño del año 97-98, indicando que la afectación de esa época fue de tal magnitud que empujó a la quiebra de la banca. Agregó que la banca quebró en el año 99 y además se produjo la migración más grande de ecuatorianos que ha habido en toda su historia, ya que fueron más de dos millones de personas que salieron para Italia, España, Estados Unidos y otros países.
La banca que quebró fue principalmente la de la costa. En esa época fui gerente de la AGD y me tocó manejar la crisis, fue un trabajo muy técnico que tuvimos que hacer, el ajuste patrimonial en el balance de los bancos. Eso es otra historia, pero principalmente los bancos de la costa quebraron porque eran los que habían financiado actividades que tenían que ver con su trabajo en la costa, entonces había bananeras, arroceras, pesqueros y camaroneros, principalmente. Tardó mucho tiempo para que la gente pueda recuperarse y el día de hoy exportamos las cifras que ya mencioné.
Posible impacto a la pesca
No está dicha todavía la intensidad y si va a llegar a las áreas 1 o 2, pero va a llegar. En El Niño 97-98 yo ya estaba en el negocio de la pesca, ¿y qué fue lo que nos tocó vivir?, capturas bajísimas de pesca.
En el Ecuador el 80 % de lo que hacemos en pesca es en el atún y esta es una especie altamente migratoria. En la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), que es donde se analizan los datos y se toman las medidas de ordenamiento, se lo conoce como el pez sin patria, porque es un animal que no es endémico de ningún país, migra con las corrientes y temperatura. Esta es una especie tropical que nada en un rango de temperatura muy específico, por eso cuando el agua se enfría mucho o se calienta mucho, migra, se va a otros lugares o se hunde a mayor profundidad, y producto de ello las capturas bajan.
Y qué es lo que sucede, que la planta no tiene materia prima, entonces mientras está ocurriendo el fenómeno hay un problema de falta de materia prima, pero lo que viene después tampoco es positivo porque también vino el pos-El Niño, y lo que resulta es que ese animal que no es que se muere, sino que está en alguna parte reproduciéndose, luego reaparece y viene una pesca tan bestial que los precios por la ley de la oferta y demanda se van al piso.
Entonces sucede que “tras cuernos, palos”, porque no salimos de la una y entramos a la otra. Eso es lo que ya nos ha ocurrido, y si bien no todos los fenómenos El Niño tienen los mismos impactos ni en diciembre se va a comportar igual, esa es la experiencia que nosotros tenemos.
Recuerdo que cuando estábamos en medio de la pandemia del COVID-19 y sucedía todo lo que sucedía, un día un periodista me pregunta y ‘bueno ¿ustedes hasta cuándo aguantan?’, yo le digo no entiendo, ¿hasta cuándo aguantamos qué?, y me dice ‘¿cuándo quiebran?’. Mi respuesta fue las empresas del sector pequero, como la visión que se tiene es de largo plazo, son empresas muy bien estructuradas, patrimonialmente fuertes, que tienen su solvencia buena. Lo que hay es un problema de liquidez que se lo tiene que resolver de alguna manera, y, finalmente, gracias a Dios, salimos adelante.
En esta ocasión, si digamos que hubiera un impacto similar al del 97-98 y nos vuelve a ocurrir algo parecido, yo diría que las empresas del sector pesquero, las empresas formales, tienen tiempo para poder soportar, digamos el impacto, pero luego habrá que renegociar con los bancos y proveedores hasta ir saliendo del impacto.
Uno de los problemas que se nos van a presentar es el de la salmuera que nosotros necesitamos mucho, porque el atún que pescamos es congelado en salmuera para su conservación. En este momento por las lluvias ya no hay sal en los pozos, por lo que el próximo año habrá que importar unas 200.000 toneladas de sal.
Entonces, todas esas cosas hay que irlas viendo, hay que irse preparando. Pero sin duda que hoy estamos más preparados que en el año 97, pero sería una tragedia que las autoridades por estar distraídas en otras cosas no tomen asunto en algo que sí es transversal, que va a afectar a todos y que puede causar un daño muy grande.
Reporte de la NOAA del 8 de junio sobre probabilidades de ocurrencia de un evento “El Niño”.
Afectación ciudadana
Bruno Leone sostiene que la ciudadanía necesita estar enterada de cómo se van dando las cosas para evitar histrionismo, pero también para que no se descuide.
Me preocupa, por ejemplo, todo lo que hemos visto en las noticias la erosión del río Coca que estuvo a punto de llevarse la represa Coca Codo Sinclair. Imagínense el daño que podía hacer eso y no solamente la destrucción del hormigón, de la obra civil que está ahí, sino los apagones que podrían venir y la pregunta es ¿estamos preparados para eso?
Todos los que viven por Samborondón que a diario pasamos, hoy en día cuando la marea baja ya es una playa que se ve, eso no había en 1997, pero ahora sí y si nos toca una lluvia de esas de gran intensidad con una marea alta como la que sabemos tener, nos vamos a inundar irremediablemente.
Entonces me parece irresponsable de las autoridades en su momento decir que el dragado va porque va y al fin nada se ha hecho al respecto. “El otro día vi unas fotos de la draga que finalmente llegó y me parece que es una vergüenza, una tomadura de pelo increíble”.
Leone finalizó enfatizando que estas cosas hay que tomarlas con la debida seriedad, hay que actuar porque está claro que un dólar en prevención ahorra cinco dólares en remediación.