Investigadores de Australia y Estados Unidos han descubierto que las cadenas alimenticias son más largas en ecosistemas pelágicos soportados por plantas unicelulares, lo que incluye a todos los ambientes en mar abierto. 

Este descubrimiento puede ser importante para explicar la estructura de las redes tróficas de los ecosistemas. Desde los años 1930 y 1950 algunos ecologistas plantearon la hipótesis que las cadenas alimenticias debían ser más largas en los ecosistemas donde las plantas producen más biomasa. Hasta ahora los ecosistemas oceánicos parecían ir contra esa hipótesis, al tener cadenas alimenticias más largas pero al producir sus plantas cinco veces menos biomasa que los ecosistemas terrestres. Entonces se concluyó que la energía trófica no era un factor importante para el crecimiento de las cadenas alimentarias. Los factores que limitan la estructura de las redes tróficas pueden ser investigados mediante la comparación de las clases de los ecosistemas.

Sin embargo el estudio demostró que realmente los organismos marinos son mucho más rápidos en producir biomasa y transmitirla que los terrestres, lo que explicaría la longitud de sus cadenas. Richard McGarvey, Natalie Dowling y Joel E. Cohen, del South Australian Research and Development Institute y la Universidad de Columbia, estudiaron 113 redes tróficas de ecosistemas de todo el mundo proponiendo una nueva hipótesis: que en los ecosistemas que usan plantas unicelulares los animales que están más abajo en la cadena son mucho más pequeños en tamaño corporal.

«Nos encontramos con que los ecosistemas pelágicos, los basados ​​en los productores primarios de una sola célula, tienen cadenas alimentarias más largas que los ecosistemas terrestres. Sin embargo, los ecosistemas pelágicos tienen una menor productividad primaria, en contra de la hipótesis de que mayores flujos de energía permiten niveles tróficos superiores» cita el estudio, «nuestra hipótesis es que la longitud de la cadena alimentaria en los ecosistemas pelágicos, en comparación con los ecosistemas terrestres, se asocia con el menor tamaño corporal de los animales pelágicos que permite la transferencia de energía trófica de forma más rápida».

Por ejemplo el zooplancton 20.000 veces más ligero en peso corporal que los herbívoros terrestres, este organismo se alimenta de las plantas unicelulares que pululan en los océanos. Los carnívoros oceánicos también son de menor tamaño corporal que los terrestres, en donde predominan mamíferos y aves. Entonces es sabido que, para todos los organismos vivos, los cuerpos pequeños producen nueva biomasa con mayor velocidad, lo cual hace que los organismos marinos sean  capaces de transmitirla alrededor de 100 veces más rápido al nivel trófico carnívoro que los animales terrestres. El resultado es que la alta velocidad de transmisión de energía alimenticia compensa la menor producción vegetal oceánica, explicando la longitud de las cadenas observadas.

Más en fis.com