Franklin Ormaza, PhD

Cámara Nacional de Pesquería.

Resumen.  Las condiciones oceanográficas de los dos últimos años, han sido ideales para los procesos de la cadena trófica marina. Las de este año, se presentan dando visos de un Evento La Niña, durante la cual los afloramientos de aguas traídas por la corriente de Humboldt y Cromwell proveen enormes volúmenes de nutrientes, con las consecuencias positivas dadas en términos de mayor biomasa en todos los niveles tróficos, así como biodiversidad. Las posibilidades de un evento la Niña (débil-moderada) se acrecientan a inicios del último trimestre del 2020, puede ser de corta duración si decae antes de febrero 2021. El impacto sobre la agricultura puede ser deficiencias de lluvias en la costa, mientras que en salud puede provocar la intensificación de la gripe estacional y con ello problemas asociados con la pandemia. En la acuicultura afectar negativamente tasa de crecimiento, así como posibles eventos virales o bacterianos en la siembra de camarón. En la pesca los beneficios son variados, importantes y positivos.  Ciertas especies pueden ser particularmente beneficiadas y estar disponible para su captura, por ejemplo, la merluza, anchoveta, calamar, atún (big eye, patudo), pez espada, peces bentónicos, etc. Pero, serán afectadas por las temperaturas (dorado, camarón, barrilete, etc.) y por su re-distribución espacial no serán tan disponibles para su captura. Podría anticiparse una significativa biomasa de peces pelágicos (medianos y grandes) disponibles a partir de febrero-marzo en adelante. Las capturas de atún en el sur podrían ser importantes, al igual que otras especies como el dorado, camarón, peces bentónicos de consumo local. Una especie que será definitivamente beneficiada es el calamar Dosidicus gigas, el cual se mueve hacia nuestras aguas desde julio-agosto para sus procesos de reproducción y reclutamiento, pero lamentablemente no existe flota calamarera en Ecuador y la flota extranjera lo captura a las orillas de nuestras aguas EEZ.

Introducción. Típicamente, durante el mes de julio, las condiciones oceanográficas costeras en el Ecuador y norte de Perú muestran plenamente la corriente de Humboldt la que llega hasta casi hasta la línea ecuatorial para tornar hacia el oeste. Esta corriente fría tiende a disminuir la temperatura superficial varios grados centígrados provocando anomalías negativas térmicas superficiales de 0 a 5 C, al tiempo de incrementar la salinidad de 33 a 35 ups, modificando la profundidad de la termoclina en la columna vertical de agua de 30-50 m a mucho menos. Al mismo tiempo la corriente sub-superficial de Cromwell llega desde oeste para aflorar en la parte occidental de las Isla Galápagos produciendo efectos similares en términos de Temperatura y salinidad, así como en la profundidad de la termoclina y provisión de enormes volúmenes de nutrientes.

Estas condiciones se pueden magnificar cuando ocurre en evento la Niña. Durante este evento, los vientos alisios del sur se intensifican, la Oscilación del Pacifico Sur (SOI) pasa a valores positivos, producto del incremento de la presión atmosférica en la I. Tahití en relación a la I Darwin, por otro lado, las Ondas Kelvin emergentes se fortalecen y desplazan masas de agua relativamente fría hacia el Este.

Todo lo anterior resulta en que el Pacifico ecuatorial Central Este se enfríe y registre el evento la Niña. Este evento está definido por las anomalías térmicas negativas superficiales (<-0.5C) en el área 3.4 (5N-5S, 120W -170W) durante al menos de tres registros trimestrales consecutivos, por ejemplo; mayo-junio-julio, junio-julio-agosto, julio-agosto-septiembre. En la Tabla 1, se presentan datos del ONI

desde el 2008, el color rojo indica Niño, mientras que azul La Niña, y gris condiciones neutras. Igualmente, los rangos de las anomalías definen la intensidad del evento; < -0.5 a -1.0 C (débil), <-1.0 a -1.5 C (mediano), <-1.5 a -2.0 C (intenso), <-2.0 (extremo).

Julio 2020. La Fig. 2 muestra las anomalías en tiempo en las cuatro áreas de El Niño; 4, 3.4, 3, 1+2.  Durante Julio, el océano Pacífico ecuatorial central-este continuó en procesos de enfriamiento que se desaceleraron un poco en junio, pero se registraron más intensos en este mes.  Así en 3.4, las anomalías pasaron de cerca 0C (finales de junio) a -0.8C (31 julio) en cuatro semanas. Mientras que en 1+2 (0-10S, 80W-100W), las anomalías han decrecido de manera continua hasta llegar -1.5C desde mayo, pero con núcleos de hasta -4C (alrededor de 1-3 S, 84-85 W), particularmente en áreas de upwelling o afloramiento (Fig. 3). Los núcleos y la magnitud de las anomalías Por otro lado, el Indicie oceánico El Niño (ONI) en 3.4 registra como 0.0C para abril/mayo/junio (Tabla 1) estableciendo condiciones neutras para el Pacifico ecuatorial Centra-Este.

Tabla 1. Registros trimestrales continuos de anomalías térmicas en el área 3.4., índice oceánico del Niño (ONI). https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/MJO/enso.shtml.

Fig. 1. Anomalías térmicas superficiales en áreas El Niño. https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_update/ssta_c.gif.

La distribución espacial de la isoterma superficiales en el Pacífico ecuatorial Central-Este (Fig. 3) se han mostrado dinámicas en movimiento, por ejemplo, la isoterma de 20 grados a llegado a 1 N, lo cual es raro y no es visto. Así mismo la isoterma de 18 grados se encuentra en aguas costeras ecuatorianas, lo cual demuestra que Humboldt está muy intensos y que los impulsos (equivalente a las ráfagas de vientos) son igualmente intensos. Estos movimientos de masas de aguas que traen altas cantidades de nutrientes intensifican los procesos primarios (fotosíntesis) que terminan en el incremento de biomasa de especies en toda la cadena trófica.

Condiciones futuras. Siempre se ha dicho en estos reportes, que el pronóstico de eventos futuros es complicado y lleno de incertidumbre (estadísticas); las cuales disminuyen cuanto más cercano a la fecha actual se pronostica. Actualmente, existen una serie de modelos que al menos pronostican condiciones frías cercanas a un evento La Niña, pero la incertidumbre es alrededor de 40% para lo que resta del año. En la Figura 4 se presentan tres pronósticos de diferentes agencias de investigación. Los australianos concuerdan que La Niña tiene 50% de posibilidades de formarse en el semestre segundo, lo que es el doble de lo que generalmente ocurre para esta época del año.

Fig. 2. Anomalías térmicas superficiales en el Pacífico ecuatorial Este (incluye área 1+2). https://www.inocar.mil.ec/web/index.php/productos/temperatura-superficial-del-mar.

Todos los modelos sugieren continuo enfriamiento. En la Figura 4 (recuadro superior), se augura que para octubre-diciembre las anomalías podrían llegar a -1C, lo que implicaría un evento La Niña moderado. Otros indicadores como el SOI, vientos alisios y nubosidad son actualmente neutros, pero reflejan el desarrollo del evento frio. Los norte-americanos (NOAA) estiman más del 50% de posibilidades de que ocurra el evento (Fig. 4 recuadro inferior izquierdo), mientras que los británicos (inferior derecho) proyectan anomalías alrededor de -1C.

Además, otras condiciones como el Índice Decadal del Pacífico (PDO; Mantua 1999) está en plena fase fría; este periodo se extendería hasta 2025-2030. Todo el año 2020 el índice ha estado negativo, con un promedio -1.14C (intensidad ligera). Durante la fase fría del PDO, los eventos La Niña son más frecuentes y más intensos, lo contrario ocurre con el evento cálido El Niño. Pero cuando el PDO es cálido (1980-2000), ocurre lo contrario.

Concordante con las condiciones del PDO, la intensidad de la temporada de huracanes en la cuenca Norte del Atlántico (Fig. 5) está por el 80% de posibilidades que continúe así. Cuando esto ocurre, generalmente en el Océano Pacífico ocurre la Niña.

Fig. 3. Distribución espacial de la isoterma superficiales en el Pacífico ecuatorial Central-Este. https://www.inocar.mil.ec/web/index.php/productos/temperatura-superficial-del-mar.

A criterio de este reporte, con las condiciones y las proyecciones estadísticas y de modelos determinísticos expuestos, la Niña se produciría efectivamente con características de evento ligero. La Figura 6, muestra cómo serán las anomalías para el trimestre Agosto-Septiembre; prácticamente todo el Pacifico ecuatorial tendrá anomalías negativas, con máximas de <-1.0 C en área 3.4.

Impactos.

Agricultura.  Probablemente ocurra un déficit de lluvias a lo largo de toda la costa del Ecuador, lo que puede afectar la ganadería y cultivos de ciclo corto.

Fig. 4. Serie de predicciones. Recuadro superior: http://www.bom.gov.au/climate/enso/ recuadro inferior izquierdo: https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_update/ssta_c.gif , inferior derecho. https://www.metoffice.gov.uk/research/climate/seasonal-to-decadal/gpc-outlooks/el-nino-la-nina

Salud. En las dos últimas semanas en Guayaquil se han registrado temperaturas promedio de 20C al amanecer y parte de la mañana. Así mismo se han registrado en toda la costa. Los vientos son permanentes desde del sur a sur-oeste, los mismos que traen masas de aire desde el sur con temperatura por debajo del promedio (22-24 C en las mañanas), con humedad relativa de 65-70 %, que son inferiores a las típicas >70%. Igualmente, la cobertura (5/8 a 8/8) de nubes es superior, lo que disminuye la irradiación solar que llega a la superficie, y con ello los procesos fotosintéticos disminuyen.

Acuicultura. Debido a que básicamente cultivamos camarón Litopenaeus vannamei (especie tropical), las temperaturas de agua en las piscinas de crecimiento decrecerán de manera importante, por lo que la tasa de crecimiento disminuiría y por otro lado enfermedades virales o bacterianas pueden resurgir afectando la supervivencia.

Fig. 5. Infografía que muestra las posibilidades de huracanes en el 2020 (actualizado en agosto 2020) (https://www.noaa.gov/media-release/extremely-active-hurricane-season-possible-for-atlantic-basin)

Pesca. Los recursos pesqueros deben ser beneficiados con las condiciones La Niña, debido al afloramiento de aguas ricas en nutrientes que promueven intensos procesos fotosintéticos, lo que eventualmente se transforman en biomasa. Ciertas especies pueden ser particularmente beneficiadas y estar disponible para su captura, por ejemplo, la merluza, anchoveta, calamar, atún (big eye, patudo), pez espada, peces bentónicos, etc. Pero igualmente aquellas especies que son afectadas por las temperaturas (dorado, camarón, barrilete, etc.) por su re-distribución espacial no serán tan disponibles para su captura.  Una vez que las temperaturas recuperen (febrero en adelante, inclusive antes) sus posiciones geográficas, estos recursos se redistribuirán de vuelta y serán disponibles. Podría anticiparse una significativa biomasa de peces pelágicos (medianos y grandes) disponibles a partir de febrero-marzo en adelante. Las capturas de atún en el sur podrían ser importantes, al igual que otras especies como el dorado, camarón, peces bentónicos de consumo local. Una especie que será definitivamente beneficiada es el calamar Dosidicus gigas, el cual se mueve hacia nuestras aguas desde julio-agosto para sus procesos de reproducción y reclutamiento, pero lamentablemente no existe flota calamarera en Ecuador y la flota extranjera lo captura a las orillas de nuestras aguas EEZ.

Fig. 6. Distribución de las anomalías térmicas superficiales en toda la Cuenca del Pacífico. http://www.bom.gov.au/climate/enso/.

Conclusiones. Las condiciones oceanográficas de los dos últimos años, han sido ideales para los procesos de la cadena trófica marina. Las de este año, se presentan dando visos de un Evento La Niña, durante la cual los afloramientos de aguas traídas por la corriente de Humboldt y Cromwell proveen enormes volúmenes de nutrientes, con las consecuencias positivas dadas en términos de mayor biomasa en todos los niveles tróficos, así como biodiversidad. Las posibilidades de un evento la Niña (débil-moderada) se acrecientan a inicios del último trimestre del 2020, puede ser de corta duración si decae antes de febrero 2021. El impacto sobre la agricultura puede ser deficiencias de lluvias en la costa, mientras que en salud puede provocar la intensificación de la gripe estacional y con ello problemas asociados con la pandemia. En la acuicultura afectar negativamente tasa de crecimiento, así como posibles eventos virales o bacterianos en la siembra de camarón. En la pesca los beneficios son variados, importantes y positivos.

Referencias

Mantua, N.J. 1999: The Pacific Decadal Oscillation. A brief overview for non-specialists, to appear in the Encyclopedia of Environmental Change.

Power, S.B., Kociuba, G. The impact of global warming on the Southern Oscillation Index. Clim Dyn 37, 1745–1754 (2011). https://doi.org/10.1007/s00382-010-0951-7