Franklin Ormaza, PhD
Cámara Nacional de Pesquería

 

Los modelos de predicción.

Las predicciones de los eventos ENSO (ENOS) de El Niño y La Niña se basan en modelos estadísticos y dinámicos básicamente. Los primeros utilizan los datos de condiciones oceanográficas y meteorológicas que se han tomado por varias décadas en varios puntos del océano y atmósfera en el plano vertical y horizontal; con todo esto forman las series de tiempo. En el análisis se realiza: descripciones, promedios, filtración picos, se llenan datos que se han perdido o no se pudieron adquirir, se evalúa la calidad de datos, se realizan asunciones, correlacionan y proyectan posibilidades; todo esto con herramientas estadísticas. Los modelos dinámicos utilizan los procesos físicos (e.g. tasa de transferencia de calor, fricción, procesos advectivos y convectivos, etc.) en el océano y atmosfera, en función del conocimiento de como estos se desarrollan bajo ciertas condiciones iniciales. Los modelos dinámicos tienen un gran inconveniente o debilidad, la cual es: La condición inicial y la interacción inicial con una serie de parámetros, algunos o muchos de los cuales no tienen mediciones al tiempo que se inicia a correr el modelo. Muchos científicos son críticos o escépticos a estos modelos, e incluso algunos los han declarados inherentemente limitados incapaces de proyectar las posibilidades con un grado aceptable de incertidumbre, y que han ocurrido pocos avances en los últimos 10 años.

El gran problema de estos modelos son las condiciones iniciales de dos fases; la atmosfera y el océano. Las velocidades con que ocurren los procesos de la atmosfera son diferentes a las del océano, en la atmosfera son básicamente diurnos, and el océano toman semanas, meses, etc., ya que la atmosfera es gas y el océano es líquido. Por otro lado, la interacción y retroalimentación entre ellos es no-lineal. Sin embargo, al mismo tiempo se hacen grandes esfuerzos para mejorarlos (ver: https://www.gfdl.noaa.gov/el-nino/) y existen progresos importantes desde el punto de vista científico.

Los modelos estadísticos están probando tener más ciertos que los dinámicos. Por ejemplo, a inicios del segundo trimestre del 2017, los modelos dinámicos no proyectaban que ocurriese una Niña al final del 2017; es más, algunos proyectaban Niño o condiciones neutras; los modelos proyectaban desastres diluviales en el Ecuador y costa oeste de las Américas en el Niño 2015. No ocurrió. Tampoco se pudo prever el calentamiento rápido superficial en el Pacifico Este al inicio del 2017 (Ormaza-González y Cedeño, 2017). Estadísticamente, se sabía que los eventos fríos son interanuales, es decir se dan por más de 12 meses; bajo ese criterio y observando otros parámetros oceanográficos y atmosféricos se hizo la proyección que al menos no sería de sorprenderse que la Niña se repita en el 2017-2018, tal como está ocurriendo. Estadísticamente se sabe, que lo ocurre en 3.4 esta correlacionado alrededor de 50% con una respuesta en 1+2 (Ormaza-González y Cedeño, 2017).

 

 

Situación actual.

Al inicio de semana (22 enero) , la NOAA publicó el criterio que la Niña tiene 85-95% de probabilidades que se extienda hasta Marzo (Northern winter); ver declaración en http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/lanina/enso_evolution-status-fcsts-web.pdf , documento PDF o PPT.

 

ENSO Alert System Status: La Niña Advisory

La Niña conditions are present.*

Equatorial sea surface temperatures (SSTs) are below average across the central and eastern Pacific Ocean.

La Niña is likely (~85-95%) through Northern Hemisphere winter, with a transition to ENSO-neutral expected during the spring.*

 

 

Futuro.

Todos los modelos (estadísticos y dinámicos) apuntan al menos que las condiciones de anomalías negativas de SST en al Pacifico central ecuatorial (regiones 4, 3.4, 3 y 1+2) se extenderán hasta mayo-junio. En la figura 1 se muestra la proyección de la MET OFFICE (Reino Unido) para la región 3.4. Los modelos de la MET OFFICE han acertado bastante bien.

Fig. 1. Proyección de las anomalías SSTs en 3.4 de acuerdo a la MET OFFICE (https://www.metoffice.gov.uk/research/climate/seasonal-to-decadal/gpc-outlooks/el-nino-la-nina).

 

 

Las ondas Kelvin. Estas se mueven de Oeste a Este transportando calor excedido en el oeste; siempre están ocurriendo, algunas veces son más intensas en función de la cantidad de calor acumulado; su tiempo de viaje es aproximadamente 30-60 días (una variación de 100%!). Las ondas Kelvin se alternan entre fases frías y calientes. En la figura 2, se observan ambos tipos (fases frías líneas de puntos, y la caliente línea cortada). En la parte inferior de la Figura 2 se registra como la fase caliente de la onda Kelvin más reciente inició el transporte de calor de oeste a este, a partir del mes de enero del 2018. La dispersión de energía en el viaje depende básicamente de la energía que contenga la columna de agua, por lo que pudiese llegar debilitada a la región 1+2. La onda que esta viajando en este momento debe arribar probablemente en marzo. La intensidad con que arribe no debería provocar cambios en las anomalías SSTs importantes.

 

Fig. 2. Trenes de ondas Kelvin desde febrero 2017 a la presente. Fuente: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/lanina/enso_evolution-status-fcsts-web.pdf.

 

 

Conclusión. El Pacifico Central Ecuatorial está bajo un evento frio La Niña, producto del acoplamiento de parámetros meteorológicas y oceanográficas. Los modelos estadísticos y dinámicos coinciden en proyectar estas condiciones hasta abril-mayo (Fig. 1). De junio en adelante es bastante incierto, pero dado las condiciones estacionales y los decadales (PDO frío), se puede prever condiciones neutras y hasta anomalías SST negativas de lo que resta del año.

 

Referencias.
Ormaza-González FI, Cedeño J (2017) Coastal El Niño 2017 or Simply: The Carnival Coastal Warming Event?. MOJ Eco Environ Sci 2(8): 00054. DOI: 10.15406/mojes.2017.02.00054.