Por: MSc. Gabriela Ayora Macías
Analista SPS-FIP
Las poblaciones de pelágicos pequeños experimentan modificaciones en su distribución y abundancia, relacionados con cambios en las condiciones oceanográficas y la presión de pesca, dando como resultado altas y bajas en su biomasa disponible.
Estas variaciones poblacionales están basadas en tres fundamentos principales, siendo una de ellas el reclutamiento, donde según Hjort (1914), la supervivencia diferencial entre los estadios de huevo y larva determina en buena medida el éxito del reclutamiento y, por tanto, el tamaño de la población, en conjunto con las condiciones oceanográficas, las cuales juegan un papel determinante en las variaciones de la abundancia.
Entender los procesos que conlleva la ontogenia inicial (periodo larval) nos permite, en cierta medida, conocer el tiempo y los cambios estructurales que involucran las pérdidas de los caracteres larvales hacia la adquisición de características del adulto, siendo este periodo de transición entre 7 a 120 días, según la especie (Vásquez-Yeomans et al., 2017), donde solo las larvas más aptas sobrevivirán a depredadores, corrientes marinas o falta de alimento, y el cual finaliza cuando el individuo es morfológicamente parecido a un adulto y ha completado el número de radios en sus aletas.
Diferentes estudios, basados principalmente en los estados gnómicos, el cual consiste en el seguimiento desde las épocas de reproducción, el desove efectivo y la detección de las marcas de crecimiento a través de los otolitos, han podido definir la duración de las etapas de la historia de vida de las especies como es el caso de los pelágicos pequeños (Nevárez- Martínez et al., 2014).
Estos seguimientos son relevantes, dado que muchos de los huevecillos resultantes de la reproducción quedan sin fertilizar o sirve de alimento a otros organismos, y no todas las larvas, poslarvas y juveniles llegan a convertirse en adultos, ya que puede ocurrir que mueren antes. Asimismo, la fecundidad de la población cambia de acuerdo con la composición de las edades de sus individuos y el número de individuos que llega a la madurez es distinta en cada generación, por lo tanto, la biomasa de la población adulta está cambiando constantemente y está compuesta con más de dos generaciones (como abuelos, padres, hijos y nietos). Por ello la población de los pelágicos pequeños en su mayoría está compuesta por individuos de diferentes estados de crecimiento y de distintos tamaños (IMARPE, 2001).
En pelágicos pequeños
Basado en la recopilación de diferentes investigaciones, se puede definir que para las especies de pelágicos pequeños, desde la fertilización del huevo hasta su desarrollo como juvenil temprano o prerrecluta es de aproximadamente entre 4 a 8 meses, y hasta llegar a un adulto joven, de aproximadamente 1,5 años (Martínez- Aguilar et al., 2005). Esto depende principalmente por su talla crítica de captura y de madurez, asociado a las condiciones ambientales de su entorno.
Para la especie Engraulis ringens (anchoveta) después de 50 horas de que los huevos son fecundados, se transforman en larvas tempranas (4 días) y en siete días después en poslarvas. A partir de ahí, cuatro meses más tarde han crecido hasta convertirse en juveniles tempranos de hasta 7 cm y un mes luego cuando ya miden entre 8 a 14 cm pasan a formar parte de la población recluta (IMARPE, 2001).
Para Scomber japonicus (maca-rela) y Auxis spp (botella) la fertilización se da entre 53 y 55 horas después de la actividad reproductiva, luego de la eclosión se obtienen larvas tempranas entre 4 y 5 días (Lorenzo–Nespereira, 1992), sin embargo, en el caso particular de botella, a los dos días de vida se transforman en larvas tempranas y en 15 a 20 días en poslarvas (7,5 mm). Aproximadamente en cuatro meses se observan juveniles tempranos, y luego entre cinco y seis meses a los prerreclutas (Perrota, R., 2000), los cuales poseen tallas menores a 25,3 cm para botella y de 25,0 cm para macarela (Canales et al., 2021).
Para Etrumeus acuminatus (sardina redonda), la fertilización se da entre 24 a 26 horas, en cuatro días se obtiene una larva temprana y diez días después larvas tardías o poslarvas, transcurrido aproximadamente cuatro meses se han transformado en juveniles tempranos, y después de dos meses aproximadamente pasan a ser juveniles tardíos o prerreclutas (Martínez- Aguilar et al., 2005), con una talla menor a 17,4 cm (Canales et al., 2021).
La especie Opisthonema spp (pinchagua), después del desove la fertilización ocurre en 48 horas, luego entre 2 a 4 días se obtienen las larvas tempranas, para luego entre 7 y 10 días pasar a larvas tardías (Saldierna, 2016). A partir de ahí, cuatro meses más tarde han crecido hasta convertirse en juveniles tempranos y dos meses luego alcanza una talla menor de su primera madurez sexual, de 21,0 cm (Canales et al., 2021), pasando a formar parte de la población prerrecluta.
Seis meses desde fertilización
En general, se observa que desde la fertilización (proceso reproductivo) hasta el crecimiento de la población joven (juveniles) para los peces pelágicos pequeños ocurre en un lapso aproximado de seis meses, sin embargo, cada uno de esto procesos ontogénicos están controlados y determinados por factores y elementos ambientales, por lo que es preciso seguir contando con estudios poblacionales que contribuyan a poder “predecir” los cambios poblacionales asociados a diferentes escenarios ambientales.
De la misma manera, estos seguimientos gnómicos son muy útiles desde un punto de vista biológico-pesquero y transformacional, dado que con ello se puede conocer la densidad de las etapas críticas y su reclutamiento, así como las transformaciones que se producen en los peces durante las primeras etapas de su vida.
Referencias bibliográficas
Canales C. M., V. Jurado, 2021. Evaluación del stock de recursos pelágicos pequeños del Ecuador. Año 2021. Informe técnico. Guayaquil, julio 2021. 123 p.
Hjort, J. 1914. Fluctuations on the great fisheries of northern European herring. Rapports et proces-verbaux. Conseil Permanent International pour L’explotation de le Mer. pp. 20-81.
IMARPE. 2001. Investigación de la anchoveta, modelos y realidades. Repositorio IMARPE.
Lorenzo, J. M. 1992. Crecimiento de la caballa Scomber japonicus (houttuyn, 1782) en aguas del archipiélago canario. Tesis doctoral.
Martínez, S., F. Arreguin-Sánchez & E. Morales. 2005. Natural mortality and life history stage duration of Pacific sardine (Sardinops caeruleus) based on gnomonic time divisions. Fisheries Research. 71.1.
Nevárez-Martínez, M.O., Morales-Azpeitia, R., Martínez-Zavaia, M.A., Santos-Molina, P., Cisneros-Mata, M.A., 2014. Pesquería de pelágicos menores en el Golfo de California. Temporada 1990/1991. Documento interno. Sepesca, Inst. Nal. Pesca, CRIP Guaymas, Son, 70 pp.
Perrota, R. 2000. Pesquerías de Argentina, Caballa Scomber japonicus. INIDEP.
Saldierna, R. 2016. Determinación de edad, desarrollo y mortalidad de huevos de la sardina crinuda, Opisthonema libertate en el complejo lagunar de Bahía Magdalena, Baja California Sur, México. CICIMAR,
Vásquez-Yeomans, L., E. Leyva-Cruz, & M. Valdez-Moreno. 2017. Huevos y larvas en el ciclo de vida de los peces. ECOfronteras, 17-18.