Durante mucho tiempo los océanos y mares han sido utilizados como lugares convenientes en los que desechar todo tipo de basura y deshacerse de objetos que ya no son necesarios. Sin embargo, los océanos son el hogar de la gran mayoría de los peces y mariscos capturados para el consumo humano, por lo que lo que entra en el mar pueden volver para hacernos daño.

De hecho, un importante estudio encargado por Greenpeace ha revelado que partículas de plástico pueden ser encontradas en un tercio de los peces capturados en la costa de Gran Bretaña. Se encontró una contaminación generalizada en el bacalao, abadejo, caballa y mariscos por microesferas de plástico utilizados en geles de ducha, cremas dentales y productos de belleza.

Los fragmentos y residuos de plástico también se detectaron en el 83% de la gambas atrapadas en el Reino Unido o la cigala (Nephrops norvegicus), así como en la lisa, atún, mejillones y ostras. Se ha informado de que una placa de seis ostras puede contener hasta 50 partículas de plástico.

La producción de plásticos ha aumentado de 15 millones de toneladas en 1964 a 311 millones de toneladas en 2014. Eso es un aumento de 2.000 por ciento. Ahora, uno de cada cuatro especímenes de pescado contiene plástico que que generan problemas en sus sistemas reproductivos, pudiendo generar daños a largo plazo para la pesca sustentable.

Residuos

Una investigación reciente de la Universidad RMIT de Australia y la Universidad de Hainan de China mostró que hasta un 12,5% de los contaminantes químicos en microperlas pasaron a los peces que los comen.

Los contaminantes se extienden desde pesticidas como el DDT a los ftalatos. Louise Edge de Greenpeace, dijo: «Una vez en el océano, los microplásticos pueden tanto atraer como lixiviar los productos químicos tóxicos y ser consumidos por la vida marina. En algunos casos, los peces juveniles, incluso se ha demostrado que prefieren el plástico para su fuente de alimento natural «.

Varios países, incluidos los EE.UU., ya se han comprometido a prohibir el uso de microperlas, trillones de los cuales están siendo arrastrados hacia las alcantarillas y los mares cada año. El gobierno del Reino Unido ha anunciado planes para prohibir microperlas utilizadas en cosméticos y productos de limpieza para el año 2017 y Cosméticos Europa, que representa a más de 4.000 fabricantes de productos de cuidado personal, ha recomendado a sus miembros que las supriman para 2020.

De este tipo de medidas depende gran parte de la salud de los océanos que se ve afectada continuamente por fenómenos como el calentamiento global, la acidificación y otros fenómenos de origen antropocéntrico que terminan afectando la salud de las especies marinas. Por tanto se hacen necesarias medidas para el uso de envases biodegradables y la mejora de las técnicas en la industria cosmética, de envasado y farmacéutica.