En el presente mes de agosto se han reactivado las negociaciones de la Conferencia Intergubernamental para establecer un acuerdo jurídicamente vinculante en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), relativo a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad biológica marina en zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional, conocido como BBNJ (por sus siglas en inglés). Con una tercera ronda presencial en agosto de 2019 y una cuarta ronda con acceso restringido en marzo de 2022, se reanuda ahora con todo vigor un proceso que para los países pesqueros de altamar, como el Ecuador, re-presenta una preocupación por las negativas consecuencias que pudiese acarrear en el mediano y largo plazo. 

La parte medular de las pretensiones de este acuerdo es la posibilidad de crear áreas marinas protegidas (AMP) en altamar, en zonas tradicionales de pesca y que administran las OROP del Pacífico, como la CIAT y SPRFMO.

El acuerdo supuestamente busca llenar vacíos de la Convemar -que sí existen- pero que sectores extremistas desean aprovechar para extenderlos a las actividades pesqueras, cuando en esa esfera no existen tales vacíos, por el contrario están perfectamente cubiertos por la Convemar, por el Acuerdo sobre especies altamente migratorias y transzonales (Acuerdo de Nueva York) y por las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP).

La posición de la Cámara ante las autoridades nacionales y en particular la Cancillería es que quede claramente recogido en el texto el respeto a las competencias de las OROP y la exclusión de la pesca en su ámbito de aplicación. Países grandes como China, Rusia, Estados Unidos están en esa misma línea; otros latinoamericanos se debaten entre intereses ambientalistas y pesqueros, sin llegar a homogeneizar adecuadamente una postura que defienda el uso sostenible de los recursos pesqueros de altamar y la conservación.

La pretensión de la presidenta de la Conferencia, la embajadora  Rena Lee, de Singapur, es concluir el proceso en esta quinta ronda, lo cual vemos muy difícil, pues hay muchísimos puntos aún en discordia, por lo que es probable que haya una sexta ronda en los próximos meses. Los negociadores nacionales nos han asegurado que si el documento final no protege a la pesca, Ecuador no firmará ni ratificará el Acuerdo. Estaremos vigilantes porque así sea.

Abg. Rafael Trujillo

Director Ejecutivo, CNP