El 31 de diciembre de 2023 expira el Reglamento 2020/1706 de la Unión Europea (UE), que permite el ingreso de 35.000 toneladas (t) anuales de lomos de atún precocidos sin aranceles, provenientes de terceros países que no tienen acuerdos comerciales con la UE ni son beneficiarios del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP).
Este contingente, que ha venido creciendo aceleradamente en sus diez versiones, desde apenas 1.000 t en 1997, con el 12 % de arancel, hasta las 35.000 t en 2020 con 0 % de arancel, tuvo como espíritu o razón de ser asegurar el abastecimiento de materia prima a las industrias europeas, principalmente la española. Sin embargo, en los últimos años se ha desvirtuado esa finalidad, habiéndose convertido en una herramienta de competitividad para obtener simplemente materia prima más barata de países asiáticos, principalmente China, sin tener en cuenta factores como el incumplimiento de elementales principios y derechos laborales y de sostenibilidad.
Entre la industria de los países que tenemos acuerdos comerciales con la UE y la flota europea sobra y basta materia prima para la industria conservera europea.
La industria conservera española ya debe haber empezado a moverse en los pasillos de la Comisión y del Parlamento europeo para tratar de lograr un sustancial aumento del contingente de lomos de atún, profundizando la erosión del acuerdo comercial multipartes existente entre la UE y el Ecuador, lesionando a nuestra industria y castigando los grandes esfuerzos que realiza nuestro país en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), en el respeto a la rígida normativa sanitaria y a los más altos estándares laborales.
La Unión Europea se ha convertido desde hace muchos años en una especie de policía mundial en temas de conservación, especialmente en la lucha contra la pesca INDNR y el respeto a los derechos humanos. Y lo ha hecho bien. Sin embargo, en lo que se refiere a los países que le proveen materia a través de los contigentes nos ha quedado debiendo.
Esperamos que para la renovación del periodo 2024-2026, dejando a un lado esta especie de doble discurso, la UE reduzca -o al menos no aumente- los contingentes de lomos de atún y haga honor al excelente rol que ha asumido en la lucha contra la pesca INDNR y de respeto a los derechos humanos. Esperamos el decidido apoyo del Gobierno nacional para lograr este objetivo.