ʻNo hay mal que dure 100 años’ dice el viejo refrán y aunque a todos nos parecía que nunca se iba a poder retomar un acercamiento con los Estados Unidos para tratar de lograr algún acuerdo comercial que potencialice el comercio bilateral entre ambos países, hoy se ha dado finalmente el primer paso cierto para iniciar un camino hacia un acuerdo comercial.

Más de diez años perdidos, más de diez años de una política comercial nefasta, diez años sin Cancillería, diez años en la dimensión desconocida del absurdo proteccionismo y sectario finalmente concluyeron.

Parece mentira, pero hoy bajo el liderazgo del ministro de Comercio Exterior e Inversiones, Pablo Campana, acaba de concluir la misión público-privada con la que se reactivó al cabo de nueve años el TIC (Trade & Investment Council), foro de diálogo bilateral en materias de comercio, inversiones y cooperación como paso previo al inicio de negociaciones.

La nutrida delegación de empresarios de diferentes sectores, de la que formó parte nuestro presidente, Bruno Leone, retornó al país contagiada de optimismo, en un momento crítico en que la economía nacional -a pesar de todos los esfuerzos del Gobierno- no parece encontrar un panorama de recuperación. Debemos ser optimistas sí, pero mesurados y realistas, pues tenemos que reconocer que el proceso no será fácil; deberemos sortear toda clase de obstáculos y trabajar intensamente en paralelo para mejorar sustancialmente la competitividad tan venida a menos en los últimos años por el desastroso manejo político-económico del gobierno anterior.

Sectores ganadores como el pesquero, acuícola y fruticultor tienen cifradas sus expectativas para que en el mediano plazo (dos a tres años) pueda finalmente cristalizarse la apertura de nuestro principal mercado natural -los Estados Unidos- tan necesario para fortalecer y asegurar la dolarización, de la cual nos beneficiamos todos los ecuatorianos, sin excepción.

¡Enhorabuena, señor ministro! Tiene todo el apoyo de nuestro sector.

 

 

Abg. Rafael Trujillo B.

DIRECTOR EJECUTIVO DE LA
CÁMARA NACIONAL DE PESQUERÍA