Franklin I. Ormaza González, PhD
Asesor Científico
Cámara Nacional de Pesquería

 Introducción

El evento frío La Niña tiende a extenderse en promedio 19 meses (Ormaza-González, 2018); la NOAA (julio 2021) ha reportado que de 12 eventos La Niña, 8 se han extendido sobre los 12 meses, solo dos por una condición neutra, y dos fueron seguidos por evento El Niño. La Figura 1, muestra como prácticamente todos los eventos La Niña desde 1950 son interanuales; incluso un evento sobrepasó los 30 meses (Ormaza-González, 2018); en muy pocas excepciones ha durado pocos meses como el del 2005 (https://ds.data.jma.go.jp/tcc/tcc/news/tccnews64.pdf).

Fig. 1. Todos los eventos La Niña (líneas grises) desde 1950. La mayoría se extienden más allá de 12 meses.
Fuente: https://www.climate.gov/news-features/blogs/enso/july-2021-enso-update-la-ni%C3%B1a-watch

Las condiciones actuales en 3.4 registran anomalías TSM de -0.5C según la NOAA (26 julio); mientras que la agencia australiana ubicó las anomalías TSM en 0.0C en julio 17, mientras que en junio final las reportó +0.3C; es decir ha ocurrido un leve enfriamiento. El índice ONI (abril-junio) es -0.5 C. Mientras el valor del índice MEI para mayo-junio es -1.1C al igual que abril y mayo (Fig. 2) implican que el evento frío continúa. Este índice sugiere que el evento frío ya se extiende por 13 meses con características de moderado (<-1.00 a -1.50 C). Sin embargo, Tokyo Climate Center

(https://ds.data.jma.go.jp/tcc/tcc/news/tccnews64.pdf) las anomalías denotan condiciones neutras.

Fig. 2. Valores del índice MEI desde el 2019. Note que el evento frío ya tiene una duración de 13 meses.
Fuente: MEI.v2: NOAA Physical Sciences Laboratory

El índice meteorológico; Southern Oscillation Index (SOI) es +15.8 en los últimos 30 días (Climate Driver Update (bom.gov.au)); el SOI >7 por varios meses está asociado a La Niña; actualmente estaría acoplado al menos al MEI. Adicionalmente, el PDO (Pacific Decadal Oscillation) sigue en fase negativa desde el 2000. Ha habido momentos en que el índice PDO es positivo, pero el 73% (de 270 valores mensuales) han sido negativos. Últimamente, desde octubre del 2019, el 100 % de los valores han sido negativos de manera consecutiva con un promedio de -1.14 ± 0.54 C; llegando a valores de -1.98C y -1.88 C para mayo y junio del 2021 respectivamente. Durante la fase fría del PDO, los eventos La Niña son más frecuentes, intensos y larga duración.

El análisis en conjunto de los índices mencionados implicaría que el evento La Niña continúa o continuaría.

Fig. 3. Probabilidad de que se repita o continúe La Niña durante 2021 hasta el 2022. Observe el trimestre noviembre-diciembre-enero.
https://iri.columbia.edu/ourexpertise/climate/forecasts/enso/current/?enso_tab=enso-cpc_plume.

Proyecciones. Los diferentes modelos oceanográficos y meteorológicos sean estadísticos o dinámicos sugieren que la Niña resurgirá de en algún momento después de septiembre. Durante Julio, el  Centro Predicción Climática de la NOAA han emitido la señal de observación (watch) La Niña, lo que significa que ven a La Niña probablemente emergiendo con alrededor de 66 % de posibilidades durante el período septiembre-noviembre (Fig. 3) y que se extendería hasta los primeros meses del 2022 (https://www.climate.gov/newsfeatures/blogs/enso/july2021ensoupdatelani%C3%B1awatch).

Igualmente, el Met Office (El Niño Southern Oscillation (ENSO) region sea surface temperature forecasts Met Office) del Reino Unido proyecta anomalías TSM negativas en 3.4 en promedio alrededor -1.0C desde algún momento en agosto (Fig. 4); ya el 26 de julio la anomalía es -0.5 C (NOAA 2021). Sin embargo, los investigadores japoneses (https://ds.data.jma.go.jp/tcc/tcc/news/tccnews64.pdf) y australianos (http://www.bom.gov.au/climate/enso/, Fig. 5) estiman que las condiciones serán neutras al menos hasta final del 2021. En la Fig. 5 se observa que el valor estimado del ONI (3.4) es de -0.6 C desde octubre a diciembre, que denota un evento frío débil (-0.5C a <-1.0C). Los investigadores australianos definen al Niño o Niña cuando ocurren anomalías de >+0.8C (Niño) y <0.8C Niña). Por esto declaran condiciones neutras (-0.8C a +0.8C).

Fig. 4. La serie de anomalías TSM, proyectada el ensamble de varios modelos oceanográficos de la Met Office (Reino Unido). Fuente: El Niño Southern Oscillation (ENSO) region sea surface temperature forecasts – Met Office

Fig. 5. Proyecciones del valor del ONI para agosto-diciembre 2020 de centro de investigación de Australia.: http://www.bom.gov.au/climate/enso/.

Las proyecciones o modelos deben ser evaluados en el contexto con otros factores o índices, así como procesos oceanográficos o meteorológicos que puedan ocurrir en otras regiones. Así, se sabe que existe una suerte de correlación positiva y directa entre la temporada de huracanes en el Atlántico y los índices ENSO. Cuando la intensidad y/o número de eventos huracanados en el Atlántico es alto, generalmente ocurre un evento frío en el Pacífico Central ecuatorial. Durante el 2020 (La Niña) se experimentó una feroz estación de huracanes en el Atlántico, el número de eventos sobrepasó los nombres asignados (20) a cada evento, de tal forma que se usaron nueve letras del alfabeto griego (Alfa, Beta, Delta, Gamma, Épsilon, Zeta, Eta, Theta, Iota). La temporada del 2020 la conformó 30 eventos (https://en.wikipedia.org/wiki/2020_Atlantic_hurricane_season). Para el 2021, el Centro de Predicción del Clima de la NOAA (NOAA predicts another active Atlantic hurricane season | National Oceanic and Atmospheric Administration), emitió en mayo un reporte que sugiere a la temporada de huracanes del 2021 como intensa con 60% de certidumbre; normal con 30% de posibilidades; aunque no se prevé algo parecido al histórico 2020. 

La onda Kelvin. La onda Kelvin es considerada como acontecimiento oceanográfico que se origina en Pacífico Central Oeste y que puede terminar con los eventos fríos o dar origen a los cálidos (https://climateimpactcompany.com/weeklyensodiagnosticsemergingkelvinwaveshiftingintotheeastpacificalaninakiller22/) . Esta onda que transporta energía (calor) y masa de agua de oeste a este se originó en el Pacifico Central ecuatorial a finales o principios de abril, arribó al oeste a las Galápagos a mediados/finales de junio, está siendo disipada por las corrientes de Humboldt y Cromwell. Las anomalías ya fueron reducidas en áreas 3.4 y 3; pero actualmente está produciendo anomalías TSM positivas en 1+2 que llegan 0.6C; las mismas que serán disipadas en el transcurso de tres-cuatro semanas. Finalmente, la onda cálida será disipada; y detrás viene una onda fría (Fig. 5) que igualmente ayudará a la disipación y al reforzamiento o resurgir de condiciones La Niña. En la Fig. 5 se observan anomalías negativas desde 180W a 100 – 200 m de profundidad, que está ascendiendo a la superficie. A la altura de 90-80W se observan los remanentes (anomalías TSM positivas) de la onda Kelvin de Abril. No existen visos que se genere otra onda Kelvin cálida en los próximos meses.

Fig.6. Distribución vertical (0-450 m) de la Temperatura en el Pacifico Ecuatorial al 22 de Julio 2021. La onda Kelvin se encuentra prácticamente absorbida por las corrientes Humboldt y Cromwell. Fuente: wkteq_xz.gif (680×880) (noaa.gov).

Impacto en las pesquerías. Las poblaciones pesqueras pelágicas (grandes y pequeñas) migratorias o no, demersales y bentónicas se han visto favorecidas en los últimos dos años por la Niña, que ha permitido el flujo intenso de las corrientes de Humboldt y Cromwell en las aguas costeras continentales e insulares respetivamente. Aparte de las condiciones oceanográficas, las restricciones o limitaciones sociales por la pandemia fueron una suerte de vedas. Información anecdótica indica que las diferentes especies han ganado peso en promedio, debido a la suficiente producción primaria que se ha originado en la provisión de nutrientes disueltos inorgánicos (Nitrógeno, Fósforo, Silicatos, Hierro, etc.) que traen las masas de aguas de las corrientes mencionadas. Los túnidos y los calamares gigantes tendrán condiciones casi ideales en aguas del área 1+2, ya que los niveles tróficos (1-3) de los cuales se alimentan deben aumentar sus biomasas.  

Conclusiones. Actualmente priman condiciones neutras en el Pacifico Central; sin embargo, las anomalías térmicas en 3.4 han vuelto a -0.5 C y se ha declarado “observación -watch- de La Niña”.  Las posibilidades de que el evento frío La Niña se extiendan superan el 66% de certidumbre de acuerdo con los modelos dinámicos y estadísticos. La estadística de eventos fríos desde 1950 indican que la Niña es un evento interanual, que en promedio se extiende por 19 meses; el evento actual lleva 13 meses a julio 2021. Otros parámetros como el PDO (en fase negativa) y SOI (en valores positivos >7), además de la probable intensa temporada de huracanes en el Atlántico que se prevé durante el 2021 sostienen las posibilidades de que la Niña se extienda hasta inicios del 2022, con intensidad de débil a moderada. Las condiciones en 1+2 indican que existen anomalías positivas debido al arribo de la onda Kelvin desde el oeste, la onda está siendo atenuada por las corrientes de Humboldt y Cromwell.  Estas ligeras anomalías positivas, que se encuadran en el rango neutro, y son beneficiosas para los recursos pesqueros, ya que deben gastar menos energía para mantener la temperatura corporal adecuada; esta energía se utiliza para aumentar su tamaño o procesos de reproducción.  

 

Referencias

NOAA 2021. Anomalías Julio 26, 2021. CPC Climate Weather Linkage: El Niño Southern Oscillation (noaa.gov). 

Ormaza-González Franklin I. (2018). Como se desarrollará la Niña 2017-2018. Sus posibles Impactos. Ecuador Pesquero. Diciembre 16-18.