Se trata de la defensa del empleo, del ingreso de divisas que genera el sector pesquero y que sirven para sostener la dolarización en nuestro país, obviamente todo dentro de un concepto de equilibrio en relación con el tema de la naturaleza, la parte ambiental y una producción sostenible, manifiesta Bruno Leone, empresario pesquero y presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, al referirse al pretendido aumento de la reserva marina de Galápagos.

Explica que a partir de la presencia de la flota pesquera asiática, especialmente de la China, se armó una polémica en el sentido de que se decía que ellos estaban depredando nuestros mares.

Tuvimos la necesidad de aclarar el tema y primero decir que los chinos estaban en aguas internacionales y que por lo tanto no estaban cometiendo ninguna ilegalidad, que no ingresaron ni pescaron siquiera en alguna milla dentro de aguas ecuatorianas de Galápagos. También dejamos en claro que esos barcos pescando de esa forma masiva, intensiva, en un solo lugar, sí podrían causar un desequilibrio.

Entonces lo que hemos dicho, respecto de eso, es que en la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico sur, donde esos barcos están enlistados, es donde se deben tomar las medidas de ordenamiento para evitar la sobrepesca y el desequilibrio ambiental.

A raíz de eso hubo voces que comenzaron a decir que entonces para protegerse de los barcos chinos había que aumentar la reserva marina de Galápagos.

Ampliar reserva no es solución

Leone enfatiza que frente a esa pretensión, junto a los pescadores de Galápagos y a los pescadores artesanales del continente, estamos defendiendo lo contrario, porque nosotros creemos que el problema o la situación de los barcos chinos no se resuelve ampliando la reserva, ya que de darse esto lo que se haría es afectar tremendamente al trabajo y a la producción de la flota pesquera ecuatoriana con las graves consecuencias que ello implica.

El Gobierno está llevando ade­lante un proceso de diálogo que lo está liderando la Cancillería, aunque, a mi modo de ver, debería ser el Viceministerio de la Pesca el que lo haga, pero en todo caso el Gobierno está reuniéndose con todos los sectores, llenándose de todos los elementos de juicio para hacer una recomendación al presidente.

En la Asamblea Nacional también hemos comparecido y fuimos a dar nuestro criterio y tenemos entendido que las cosas han quedado claras ahí.

No hay una medición de un daño de la flota china, porque el daño ha sido afuera y ellos han estado capturando una especie que es migratoria trans-zonal, que se mueve asociada a las temperaturas frías y como este año hemos estado enfrentando el fenómeno de La Niña tuvimos una bolsa de agua fría al norte y eso hizo que el calamar suba, pero hoy esos barcos ya están al sur.

Entonces si alguien dice que se ha causado un daño esa es una forma apresurada de decir las cosas, porque no se ha podido evaluar eso y yo no creo que se haya causado realmente un daño porque el arte de pesca de esos barcos es muy específica del calamar, lo que sí ocurre es que una pesca tan intensa de 340 barcos en una misma área, en un mismo periodo de tiempo, sí podría causar un desequilibrio y eso es un tema que está por verse.

Por eso es que nosotros decimos que esos barcos tienen todo el derecho de pescar en aguas internacionales, pero con medidas de ordenamiento igual como lo ha­cemos nosotros en la flota atunera, esto es con vedas, prohibición de trasbordos, prohibición de interacción con barcos auxiliares, con observadores a bordo para verificar que están cumpliendo todas las normativas, entre otras.

Esa es nuestra postura y así le hemos dicho a la autoridad que en enero próximo en que se llevará a cabo la reunión de la OROP del Pacífico sur en San Petersburgo, Rusia, lleve una postura en ese sentido. Es muy importante también que antes el Ecuador busque lograr una posición conjunta con los países de la región, llámense Perú, Chile y Colombia.

No pueden afectar a la pesca

No podemos aceptar que se hable de que para solventar el problema chino hay que ampliar la reserva, cuando no tiene nada que ver lo uno con lo otro, dice Bruno Leone, al tiempo que subraya que eso no podemos aceptarlo porque va en contra de los legítimos inte­reses del sector pesquero, en contra del trabajo y de todo el aporte económico que hacemos a la economía del país.

Nosotros somos parte de la seguridad alimentaria del país, pero también con nuestro trabajo alimentamos a la economía del E­cuador. La pesca genera 1.640 millones de dólares en exportaciones, somos el tercer rubro de exportación no petrolera del país, de eso estamos hablando.

“Nosotros hemos dicho que no ­pueden, como se pretendió al principio de este problema, tomar una decisión sin que el sector pesquero sea parte de la mesa de conversaciones y negociaciones; eso no lo íbamos a aceptar jamás. El sector pesquero es un sector muy trabajador, muy tranquilo y cumplidor de todo, pero en defensa de sus legítimos intereses está dispuesto inclusive a subir su perfil para tomar otro tipo de acciones para defender el trabajo de nuestras familias, del sector y del Ecuador”, advirtió finalmente.