La espada de Damocles que pendía sobre nuestro sector finalmente cayó. La única ventaja competitiva con nuestros competidores se ha ido. Todos los demás factores de competitividad nos serán desde ahora superados principalmente por las industrias asiáticas. Finalmente, el Gobierno se inclinó por eliminar el subsidio de combustible para la flota atunera. Lo malo no es que lo haya hecho, lo malo es que se lo haya hecho sin aviso y sin el acompañamiento adecuado.
Su decisión se apoya en los resultados exitosos del sector durante el año 2024, año en el que sin duda al sector le fue bien por un cúmulo de circunstancias exógenas económicas y climáticas. Un año de producción récord y de gran demanda que permitió un incremento de las ventas a precios sustentables. Un año atípico, que es altamente probable que no se repita.
En la forma es decepcionante por lo inesperado, sin medidas paralelas que hubieran podido amortiguar el impacto, sobre todo en las flotas menores.
Bien se pudo haberlo hecho paulatinamente en un programa progresivo, por ejemplo, en dos años, para que, en paralelo, el Gobierno hubiese establecido una línea de crédito para remotorizar la flota, que tiene 50 años de antigüedad promedio. Como es casi imposible financiar la compra de nuevos barcos, sí sería viable comprar nuevos motores, cuyos costos pueden llegar a los $ 2 millones, para lo cual no hay créditos adecuados.
Bien se pudo haber trabajado previamente en un programa para desmonopolizar la comercialización del diésel por parte de Petroecuador, ya que este lo vende en el Ecuador hasta en $ 0,50 por encima del precio en países como Panamá, China, Corea y otros.
En concreto el sector ha pedido como compensación (parcial) acciones como estas:
- Autorizar la libre importación de diésel, sin intermediarios ni trabas burocráticas.
- Eliminar el ISD y aranceles sobre el combustible, insumos y equipos pesqueros.
- Aplicar el artículo 25 de la Ley de Fomento Productivo, que estableció tarifa cero de IVA para insumos y maquinaria del sector pesquero, norma que lleva siete años y no se ha ejecutado.
- Establecer líneas de crédito para modernizar y repotenciar la obsoleta flota con motores más eficientes.
En nuestro sector estamos acostumbrados a trabajar de la mano con el Gobierno, a ser parte de la solución y no del problema; por este motivo solicitamos a las autoridades a convocarnos a una mesa técnica para conversar sobre estas y otras propuestas que pudieran surgir para minimizar los impactos de la eliminación del subsidio al diésel y seguir fortaleciendo conjuntamente al sector pesquero como uno de los pilares de la economía nacional.