Una investigación realizada por investigadores del departamento de Ciencias del Mar y la Pesca de la Universidad de Washington contradice los resultados de otro trabajo a partir de la misma fuente que concluía que la huella ambiental de la pesca es del 55 por ciento y reduce este impacto al 4 por ciento, es decir, 51 puntos porcentuales menos.
Los datos contradicen las conclusiones de un estudio de organizaciones medioambientales por lo que el sector de la pesca pide mayor rigurosidad en el tratamiento de datos. La discrepancia parte del método utilizado y que se basa en una capacidad computacional de mapeo de hace 15 años y que la Universidad de Washington asegura que ha quedado atrás por la precisión que proporcionan en la actualidad las nuevas tecnologías.
Así, los investigadores reclaman mayor rigor a la hora de interpretar los datos y evitar, por tanto, crear distorsiones ni imprecisiones malintencionadas.
La nueva investigación concluye que la huella de la actividad pesquera sobre los océanos es del 4 por ciento, menos de un tercio que la agricultura a nivel mundial.
El trabajo ha utilizado el sistema Global Fishing Watch, desarrollado por Google y que recoge la información que los barcos, no sólo los pesqueros, están obligados a transmitir cada 30 segundos vía GPS, a través de sus sistemas AIS (Sistema de Identificación Automática).
Ahora, los resultados contradicen otra investigación que partía de esta misma fuente y que eleva la huella ecológica del sector hasta el 55 por ciento.
Los científicos de la Universidad de Washington culpan de esta enorme diferencia a que la primera conclusión, la que apuntaba un 55 por ciento– mapeaba el océano «de una manera malintencionada» en cuadrículas de 0,5º de latitud y longitud, lo que equivale a una extensión de 3.100 kilómetros cuadrados aproximadamente, de tal forma que, si la actividad pesquera se producía dentro de esa celda, toda ella era marcada como pesca.
Por su parte, la investigación de la Universidad de Washington emplea una resolución mucho menor, de mayor precisión, de 0,01º, que equivale a 1,23 kilómetros cuadrados y más cercana a los movimientos de un barco de pesca cuando faena y por ello concluye que la huella pesquera en los océanos es del 4 por ciento.
La investigación de la universidad americana alerta sobre la «alarma innecesaria» que provoca en al población el uso engañoso de datos científicos y el menoscabo que supone para los esfuerzos de colaboración que, en materia de sostenibilidad, desarrolla la flota pesquera con distintas organizaciones medioambientales.
El trabajo insta también a gestionar los datos con rigor e independencia y atendiendo a la capacidad de las nuevas tecnologías de procesar información.