Un estudio de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) ha revelado que los niños que comen pescado al menos una vez por semana duermen mejor y tienen de media un cociente intelectual hasta cuatro puntos más alto que quienes lo consumen con menos frecuencia o nunca.
El hallazgo, que publica en su último número la revista ‘Scientific Reports’, se suma así a la evidencia de estudios previos que habían mostrado una relación entre los ácidos grasos omega-3, presentes en muchos tipos de pescado, el sueño y la capacidad intelectual. Sin embargo, no se habían analizado los tres factores en un mismo estudio.
Al analizar conjuntamente todos los datos, descubrieron que los niños que decían comer pescado todas las semanas obtuvieron 4,8 puntos más en los exámenes de cociente intelectual en comparación con quienes lo comían raras veces o nunca. Y aquellos que los comían a veces presentaban 3,3 puntos más.
Además, el aumento del consumo de pescado se asoció con menos alteraciones a la hora de dormir, lo que según los investigadores indica una mejor calidad general del sueño.
Ante este hallazgo, los autores insisten en la necesidad de iniciar a los niños desde bien pequeños en el consumo de pescado, incluso desde antes de cumplir el primer año de vida siempre que no tenga raspas y se corte en pedazos pequeños.