Franklin Ormaza González, PhD
Cámara Nacional de Pesquería

 

Introducción

El evento oceanográfico La Niña en 3.4 puede extenderse sobre los 19 meses (promedio de duración) y afectar todas las áreas El Niño, 4, 3, y 1+2. Bajo estas condiciones los procesos de fotosíntesis tienden a incrementar notablemente, sobre todo en 1+2, lo que fortalece la cadena trófica en todos sus niveles. Los stocks pesqueros pueden incrementar en volumen así como el tamaño de los individuos y sus procesos de reproducción. Sin embargo, esto no implica necesariamente una mayor captura, ya que se produce un desplazamiento vertical y horizontal, así como ciertas especies pueden prevalecer sobre otras en función de su mejor adaptabilidad a temperaturas superficiales del mar (TSM) y una capa de mezcla menor. Además, al incrementarse la intensidad de los vientos alisios del sur, las operaciones de los artes de pesca y operatividad de los barcos se complica.

Condiciones actuales

Vientos

Las TSMs en 1+2 cambiaron dramáticamente tanto en intensidad como en distribución a partir de la primera semana de abril (ver anterior reporte) debido a la intensificación de los vientos alisios del sur, las corrientes de Humboldt en 1+2 y Cromwell al oeste (región 3) de las Galápagos. La zona de convergencia intertropical (ZCIT) se desplazó a latitudes norte a inicios de abril, y se ha ubicado de manera permanente en el hemisferio norte (5-8 N), con velocidades de viento de 4-9 m s-1 (Fig. 1).

Temperatura superficial

Recientemente, este comportamiento de este parámetro provocó que las isotermas TSM de 20-24 C se movieran al norte, desplazando las de mayor temperatura igualmente al hemisferio norte. A finales de abril, la distribución de las TSM (Fig. 2) de 20-24 C ya se ubican a la altura de 82-86 W entre 4S – 1N, lo cual es inusual para este mes de año. Esta migración de aguas relativamente frías (alrededor de 20C) hacia el norte ha inducido importantes anomalías térmicas negativas superficiales con núcleos de hasta -5C cubriendo todas áreas 1+2, 3 y 3.4 (Fig. 3).

 

Temperatura vertical del mar (TVM)

La variación de TVM en este lado del Pacífico, está gobernada en buena medida por las ondas térmicas Kelvin, las cuales pueden ser frías o cálidas y las corrientes y afloramientos de Humboldt y Cromwell. En marzo estuvo presente una onda Kelvin caliente, lo cual incrementó las TSM y TVM en este mes; adicionalmente la ZCIT se desplazó a 3-4 S. Sin embargo, inmediatamente a inicios de abril comenzó a arribar la fase fría y la corriente de Humboldt, lo que produjo la atenuación de la caliente. La Fig. 4 muestra la situación actual, con importantes anomalías negativas térmicas TVM, con un núcleo de -6C al oeste da Galápagos.

Fig. 1. Posición de la ZCIT e intensidad (m s-1) de los vientos alisios del sur. Fuente: earth :: a global map of wind, weather, and ocean conditions (nullschool.net) (mayo 2, 2022)

Fig. 2. Distribución de isotermas superficiales al 2 mayo 2022. Fuente: Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada – Temperatura Superficial del Mar (inocar.mil.ec).

Fig. 4. Estructura vertical de temperatura del Pacífico ecuatorial (5N a 5S, 140E-80W). Note la onda Kelvin fría, con el núcleo ubicado al oeste de galápagos. Fuente.  wkteq_xz.gif (680×880) (noaa.gov).

Proyecciones

Los eventos fríos La Niña, tienen una duración promedio de 19 meses, es decir, son interanuales, llegando a extenderse por encima de 24 meses en algunas ocasiones (1954-1956, 1999-2002, 2010-2012). De acuerdo con decenas de modelos, La Niña 2020-2022 se prolongaría al menos hasta septiembre, adicionalmente habría posibilidades de que se extienda hasta inicios del 2023.  

Fig. 5. Proyecciones de modelos estadísticos y dinámicos de las anomalías térmicas en 3.4. Fuente: wkteq_xz.gif (680×880) (noaa.gov), 2 mayo, 2022.

Área 1+2

En las costas de Ecuador y Galápagos, las anomalías térmicas TSM negativas se prolongarían hasta septiembre según la Met-Office (Reino Unido), pero dado a las condiciones típicas del área con la intensificación de la corriente de Humboldt y la Onda Kelvin, estas anomalías se podrían extender hasta finales del 2022. Sin embargo, las condiciones muy costeras podrían ser neutras (anomalías TSM +0.5C a -0.5C).

Impacto en las pesquerías

El constante flujo de nutrientes inorgánicos; fosfato, nitrato y silicatos más otros elementos que promueven los procesos fotosintéticos, ha fortalecido toda la cadena trófica, por ende favoreciendo la biomasa de especies epi-pelágicas pequeñas y grandes (atún, dorado, picud0, etc.), meso-pelágicas (ej. calamar, Dosidicus gigas), demersales (ej. Merluza, Merluccius gayi), bentónicas (camarón, Litopenaeus sp) durante estos dos últimos años. Se ha detectado una recuperación de las especies pelágicas pequeñas (pinchagua – Ophistonema sp, macarela, botella –Auxis sp, etc.) que se nota en el incremento de capturas y tamaño y peso promedio de los individuos.  Esto asociado igualmente al manejo sustentable que ha venido observando en los últimos años con los pelágicos pequeños y con pelágicos grandes como el atún.

Las capturas para ciertas flotas pueden haber disminuido en ciertos periodos, la pesca esta asociada con la disponibilidad del recurso; por otro lado, las condiciones del mar para operar se tornan difíciles con las corrientes, oleaje y vientos de inusual magnitud que ocurren durante La Niña.

Con los cambios oceanográficos ocurridos igualmente la distribución de los peces cambia, sobre todo las pelágicas, ya que la superficie del mar (capa fótica y mezcla) es afectada de manera considerable. Probablemente, una vez que se estabilicen las condiciones neutras (a finales del 2022 o inicios del 2023) haya mayor disponibilidad de pesca, así como las condiciones oceanográficas físicas (corrientes y oleaje) se regularicen.

Conclusiones

En la región 1+2 (costas ecuatorianas) durante el 2021 y hasta febrero del 2022, el impacto de la Niña ha sido evidente. Durante marzo, las condiciones volvieron a lo típico de la estación, es decir, las TSM estuvieron entre 25-28 C, pero inmediatamente a inicios de abril las condiciones frías volvieron y se mantendrán hasta finales del 2022. Las pesquerías a finales del 2022 podrían mejorar aún más en comparación al 2020 y 2021, mientras que el 2023 podría haber un pico en capturas con el retorno de las condicione típicas oceanográficas de la región, a menos que ocurra un evento El Niño.