Franklin I. Ormaza González, PhD
Asesor Científico
Cámara Nacional de Pesquería

Resumen

Una de las razones por la cual la flota de los barcos chinos está pescando al borde de la Zona exclusiva Económica, es la presencia de aguas frías y ricas en fitoplancton ideales para el calamar gigante (Dosidicus gigas). La flota china no se dejará de pescar en esta zona mientras existan las presentes condiciones oceanográficas. En Julio se reportaba de las posibilidades prácticamente ciertas de un evento frio La Niña. Las condiciones de un posible evento frío La Niña (región 3.4) se han reforzado en las dos últimas semanas, el número de modelos que pronostican el evento se han incrementado alrededor del mundo. Tomando en consideración una serie de variables, las condiciones están dadas para que al menos ocurra un evento La Niña corto y de características débiles, con posibilidades que pase el umbral de -1.0C, que la categorizaría en como evento fuerte. En la región 1+2, el promedio de las anomalías térmicas superficiales fluctuó alrededor de -0.7C, pero comienza septiembre con uno dramático descenso a -1.6C. Así mismo el área de anomalías negativas se incrementó notablemente desde la última semana de agosto a la primera de septiembre, al tiempo que los núcleos de <-4.0C se registran tanto en aguas costeras como al oeste de las Islas Galápagos, lo que corrobora la intensificación de las corrientes de Humboldt y Cromwell. Los impactos 1) en pesquerías como la del calamar (Dosidicus gigas) y merluza (Merluccius gayi gayi) serían positivas en el corto plazo; 2) en la acuicultura tenderían a ser negativas en función del manejo de las aguas en la piscinas y laboratorios, mientras que 3) en la agricultura, por ejemplo, podría ser beneficioso para limitar la propagación de la sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis), y 4) en el cuadro sanitario podría incrementar los casos de gripe estacional, así como potenciar la pandemia del Covid-19.

Introducción

En Julio se reportaba de las posibilidades prácticamente ciertas de un evento frio La Niña. Este evento está definido por las anomalías térmicas negativas superficiales (<-0.5C) en el área 3.4 (5N-5S, 120W -170W) durante al menos de tres registros trimestrales consecutivos, por ejemplo; mayo-junio-julio, junio-julio-agosto, julio-agosto-septiembre.

En la Tabla 1, se presentan datos del ONI desde el 2008, el color rojo indica Niño, mientras que azul La Niña, y gris condiciones neutras. Igualmente, los rangos de las anomalías definen la intensidad del evento; < -0.5 a -1.0 C (débil), <-1.0 a -1.5 C (mediano), <-1.5 a -2.0 C (intenso), <-2.0 (extremo). Mientras que en la región 1+2, las anomalías térmicas superficiales promedio en toda el área (0-10S, 80 – 90 W) costera de Ecuador y norte Perú registran valores negativos desde mediados de mayo, y <-0.5C desde inicios de junio. La anomalía se mantiene decreciendo de manera consistente y permanente, manteniéndose por debajo de -1.0C desde finales de junio, en julio llegó a -1.4C. Por otro lado, núcleos de anomalías térmicas a la altura de 81-82 W, entre 3 S y la línea ecuatorial han llegado a -4C, en los lugares donde se registra el afloramiento de Humboldt. Las Isotermas de 17-18 C han estado frente a la costa sur de Ecuador ya por cerca de tres meses, han ocurridos momentos en la isoterma de 20C ha superado hacia el norte la línea ecuatorial (ver anterior inmediato reporte), este tipo de distribución de isoterma no se ha dado al menos en los 30 años que el autor ha estado siguiendo la oceanografía física de la costa ecuatoriana. Sin embargo, se debe anotar que muy cerca a la costa, y de manera particular el Golfo de Guayaquil, predominan anomalías térmicas positivas, probablemente debido a la escaza re-circulación oceánica-estuarina y el aporte de cuerpos de aguas ligeramente temperados (>27C) de los ríos de las cuencas del Guayas y Jubones.

Se hace un breve análisis de lo ocurrido durante el mes agosto e inicios de septiembre.

Agosto

Región 3.4

Durante finales de Julio y todo agosto las anomalías térmicas superficiales en 3.4 han estado inferiores a -0.5C, llegando a -0.8C a mediados de julio; luego ligeramente volvieron alrededor de -0.5C, para terminar recientemente en la primera semana de septiembre alrededor de -0.9 C. El decremento de temperatura, se ve reflejado en el contenido de calor en la columna de agua  (ver https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_update/heat-last-year.gif).

Región 1+2. En esta región, el promedio de las anomalías térmicas superficiales fluctuó alrededor de -0.7C, pero comienza septiembre con uno dramático descenso a -1.6C (Fig.1). Así mismo el área de anomalías negativas se incrementó notablemente desde la última semana de agosto a la primera de septiembre (Fig. 2), al tiempo que los núcleos de <-4.0C se registran tanto en aguas costeras como al oeste de las Islas Galápagos, lo que corrobora la intensificación de las corrientes de Humboldt y Cromwell. El núcleo de -4C en las costas ecuatorianas se encuentra aproximadamente a 2 S, 83-84 W (al frente de la Península de Santa Elena –La Puntilla). El descenso de las temperaturas se registra en la Fig. 1 en 1+2 y 3 en forma de anomalías negativas.

Fig. 1. Anomalías térmicas e superficiales en tiempo, en las cuatro regiones de El Niño. https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_update/ssta_c.gif.
Fig. 2. Anomalías térmicas superficiales en 1+2 y 3 (oeste de Galápagos). Panel izquierdo, última semana de agosto, derecho la primer de septiembre. https://www.inocar.mil.ec/web/index.php/productos/temperatura-superficial-del-mar.
Fig. 3 Distribución de las anomalías térmicas en la columna de agua del Pacifico ecuatorial (120E a 80W) de 0 a 400 m de profundidad. (http://www.bom.gov.au/climate/enso/#tabs=Pacific-Ocean&pacific=Sea-sub%E2%80%93surface

Distribución térmica en la columna de agua  

Para que ocurra el fenómeno de la Niña o el Niño, la columna de agua sub-superficial (0-500 m) del Océano Pacífico debe tener anomalías negativas o contenido de calor negativo igual. La Figura 3 presenta desde mayo a agosto las anomalías sub-superficiales. En mayo, una gran masa de agua con anomalías negativas estaba presente desde 150E a 80W, es decir prácticamente a lo largo de todo el Pacifico Ecuatorial, para junio se observa un debilitamiento o calentamiento debido a una onda Kelvin en fase descendente pero aparentemente de fase corta, porque en julio se observa el inicio de otra onda Kelvin de fase ascendente a la altura de 160E-160W, 50-100 m de profundidad. Durante agosto se ha intensificado la onda Kelvin de fase ascendente (trae aguas más frías hacia la superficie, porque los vientos alisios sur, sur-oeste se intensifican). Al tiempo que ocurre esto, los vientos que alisios que corren paralelos a las costas de Perú y Ecuador, provocan afloramientos y traen masas de agua más frías. En conjunto con la intensificación de la corriente de Cromwell que aflora al oeste de Galápagos y que presumiblemente irradie restos de su masa de agua a la costa ecuatoriana. Tanto la corriente de Humboldt y Cromwell afloran con masas de aguas con temperaturas menores a 20C.

Las condiciones oceanográficas considerando la columna de agua y los procesos de afloramiento en conjunto con la onda Kelvin de fase ascendente hacen prever que las condiciones de un evento frío continúan con tendencia a acentuarse.

Pronósticos

Los modelos dinámicos y estadísticos (decenas de ellos) proyectan certidumbres por encima del 60% que se dará un evento frío tipo La Niña a inicios o finales de noviembre cuando se alcancen las máximas anomalías negativas de alrededor -1.5C. Si las anomalías promedian entre <-1.0 y 1.5 C por un trimestre, el evento La Niña podría considerarse como fuerte según las proyecciones (Fig. 4), de la Mett Office de Gran Bretaña y el Bureau of Meteorology de Australia. La oficina de la NOAA (Fig. 4, panel inferior) sugiere que las anomalías llegarán cerca de -1.C, pero por corto tiempo, por lo que, si ocurre el evento la Niña, sería un evento corto y relativamente débil (-0.5 a -1.0 C). En cualquier caso, todos los modelos apuntan a un evento frío con porcentajes de certidumbre entre 60-70 % al final del año. Dado el periodo de tres meses adelante, las posibilidades de que así ocurre son importantes. Sin embargo, se debe recordar, que a inicios de año un supermodelo matemático, presagiaba un súper evento El Niño tal como se reportó en el mes de febrero

(“Condiciones al 2020.

En el mes de noviembre del 2019, científicos de la universidad alemana de Justus Liebig (Giessen) propusieron la posibilidad de que ocurra un gran evento cálido a finales del 2020, es decir que aparte de predecir su ocurrencia están otorgando magnitud, en este caso las anomalías deberán superar 1.5-2.0C o >2°C. Los modelos oceanográficos determinísticos generalmente trabajan bien los primeros meses; tratar de predecir el comportamiento superficial térmico en 3.4 con un año de anticipación es complicado, sin embargo, un numeroso grupo de científicos: Meng et al. (2020) proponen un modelo que lo puede hacer”)

Tal como se informó en aquel reporte de febrero, las posibilidades de ocurrencia eran bajas, principalmente porque el periodo de predicción era de casi 12 meses; la experiencia indica que los modelos actuales trabajan bien para quizá un trimestre en cuanto predecir una tendencia, pero muy difícil la magnitud. Con estas consideraciones, la tendencia para los próximos tres meses, es que el Océano Pacifico Central ecuatorial (región 3.4) se enfrié, llegando a condiciones La Niña.

Fig. 4. Pronósticos del desarrollo de las anomalías térmicas superficiales en 3.4. Panel izquierdo: https://www.metoffice.gov.uk/research/climate/seasonal-to-decadal/gpc-outlooks/el-nino-la-nina. Panel derecho: http://www.bom.gov.au/climate/enso/#tabs=Pacific-Ocean. Panel inferior. https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products,

En cuanto a 1+2, los pronósticos del Mett Office (Fig. 5), las anomalías tenderán a decrecer a partir de agosto, pero los hechos demuestran que se acentuaron, especialmente la primera semana de septiembre. Cualquier modelo de pronóstico en esta área corre riesgos importantes de fallar, debido a la dinámica interacción de variables oceanográficas y meteorológicas. Pero dadas la forma como se han venido comportando las anomalías, se podría esperar que se mantendrán así en el lado negativo hasta el próximo diciembre. En el 2019, las anomalías estuvieron negativas hasta inicios de diciembre de ese año, pero nunca llegaron a -1.5C en ese año, como ha ocurrido ahora en septiembre (-1.6C).

Fig. 5. Proyecciones de anomalía térmicas superficiales en 1+2. https://www.metoffice.gov.uk/research/climate/seasonal-to-decadal/gpc-outlooks/el-nino-la-nina

Impactos oceanográficos pesqueros

Independiente que ocurra o no la Niña (en 3.4), las anomalías térmicas superficiales térmicas en 1+2 está provocando impactos. Las masas de aguas en la costa ecuatoriana van a tener por varios meses una constante provisión de aguas ricas en nutrientes. En general, las aguas se mantendrán relativamente frías, aunque las muy cercanas a la costa podrían estar con anomalías negativas a partir de diciembre. El Golfo de Guayaquil, seguirá con anomalías positivas. En el primer caso debido a la invasión de aguas de la Bahía de Panamá y en el segundo caso, por la reducida o limitada recirculación del Golfo de Guayaquil y el flujo de aguas temperadas de los ríos de las cuencas del Guayas y Jubones. 

Para la cadena trófica de las aguas costeras, existe un mayor flujo de energía desde la base (fotosíntesis) a niveles superiores que se refleja o redunda en una mayor biomasa de especies marinas en el 3er y 4to nivel. Actualmente, ya se registra la anchoveta peruana (Engraulis ringens) en la parte sur de la costa, donde se detectan isotermas de 18-19C, que han estado presentes por semanas; así mismo las ballenas jorobadas, desde mayo ya han ocurrido registros numerosos. Así mismo, el grupo de lobos marinos en el sitio la Lobería (2°12´, 80°58´W) están en número superior a los 60 individuos (Foto 1); la estación D (Franklin Ormaza y Dafne Vera) los ha registrado hasta alrededor de 50 en el 2019. La pesca de pelágicos pequeños en el sur de la costa, según reportes anecdóticos estuvo regular a buena en mayo, junio, julio, pero ha decrecido; probablemente ha ocurrido una redistribución de los cardúmenes debido a las bajas temperaturas. El atún igualmente tuvo una buena temporada en los meses mencionados, pero ha bajado, igualmente por la redistribución debido a la persistencia de aguas frías tanto en la costa como al oeste y norte de Galápagos. La presencia de calamares gigantes (Dosidicus gigas) se mantendrá por al menos un par de meses más (octubre-noviembre).

Foto 1. Lobos marinos en el sitio la Lobería, la chocolatera (Salinas-Santa Elena). Fuente. Estación D (5 septiembre 2010). Foto: Franklin Ormaza

En el sector acuicultor, las tasas de crecimiento en las piscinas camaroneras deben haber reducido, pero se sabe que las densidades de siembra han también bajado, lo que equilibra la tasa de crecimiento. Los laboratorios de larvas deben estar usando más energía para mantener temperaturas adecuadas de los tanques maduración y larvas; lo que debe haber incrementado el costo de producción.

Si las condiciones frías en el océano continúan, las precipitaciones probablemente deben disminuir y eventualmente provocar un déficit de lluvias. Sin embargo, las condiciones pueden ayudar a detener enfermedades como el provocado por el hongo Sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis) en el cultivo de banano, ya que las temperaturas del aire actuales del no permiten la propagación ni el crecimiento excesivo del mismo, pero afecta la tasa de crecimiento de las plantas de banano.

Foto. 2. Captura de pantalla del tiempo en Guayaquil 26/agosto/2020. @windy accedido por Estación D.

En cuanto a la parte sanitaria, las relativamente bajas temperaturas (de hasta 19C, Foto 2)) con las que ha amanecido Guayaquil, la costa (20 C) y sierra (<10C) ecuatoriana en general incrementa los casos de gripe estacional y posiblemente los casos de Covid-19; aunque no se puede afirmar, debido a que existen otras variables que pueden provocar el incremento de casos.

Conclusiones. Las condiciones de un posible evento frío La Niña (región 3.4) se han reforzado en las dos últimas semanas, los modelos que pronostican el evento se han incrementado alrededor del mundo. Tomando en consideración una serie de variables, las condiciones están dadas para que al menos ocurra un evento La Niña corto y de características débiles, con posibilidades que pase el umbral de -1.0C, que la categorizaría en como evento fuerte. Los impactos 1) en pesquerías como la del calamar (Dosidicus gigas) y merluza (Merluccius gayi gayi) serían positivas en el corto plazo; 2) en la acuicultura tenderían a ser negativas en función del manejo de las aguas en la piscinas y laboratorios, mientras que 3) en la agricultura, por ejemplo, podría ser beneficioso para limitar la propagación de la sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis) y 4) en el cuadro sanitario podría incrementar los casos de gripe estacional, así como potenciar la pandemia del Covid-19. Finalmente, una de las razones por la cual la flota de los barcos chinos está pescando al borde de la Zona exclusiva Económica, es la presencia de aguas frías y ricas en fitoplancton ideales para el calamar gigante (Dosidicus gigas). La flota china no se dejará de pescar en esta zona mientras existan las presentes condiciones oceanográficas.

Referencias.

Jun Meng, Jingfang Fan, Josef Ludescher, Ankit Agarwal, Xiaosong Chen, Armin Bunde, Jürgen Kurths, and Joachim Schellnhuber 2020. Complexity-based approach for El Niño magnitude forecasting before the spring predictability barrier. Proceedings of the National Academy of Sciences vol. 117 issue 1 pp: 177-183Published by National Academy of Sciences.