“Nosotros aceptamos la reserva marina en 1998 y consideramos que esta área era para los pescadores artesanales de las islas y nos equivocamos, ahora buscan la ampliación de la reserva marina y creemos que eso va a afectar no solo a los pescadores de Galápagos sino a nivel nacional y en la situación de crisis que estamos viviendo actualmente no nos parece justo, menos aún cuando esa ampliación no tiene estudios socioeconómicos ni ambientales que la avalen”.

Así lo asegura Grace Unda, vicepresidenta de la Cooperativa de Pescadores Artesanales COPES PROMAR, de la isla San Cristóbal, Galápagos.

En entrevista con Ecuador Pesquero durante la marcha de noviembre pasado, subrayó que “se atenta contra la seguridad alimentaria del Ecuador, nosotros tenemos el mejor atún del mundo, en que casa no se consume nuestro atún, a todos nos gusta comerlo y si no se va a poder pescar van a fracasar muchas familias y empresas y se van a perder miles de empleos”.

22 años sin ser atendidos

En 22 años no nos han aprobado un arte de pesca dentro de las 40 millas, entonces si son 80 o 200 millas cuántos años más tendremos que esperar.

La manera como se maneja Galápagos es totalmente diferente a como se lo hace en el Ecuador continental, pero en el caso de Galápagos nos dejaron ahí abandonados en el tiempo y el sector pesquero sigue como hace 22 años atrás y menos todavía porque ha sido reducido en cuanto al número de embarcaciones y de pescadores.

En conclusión se puede decir que, a pesar de que nosotros queremos la reserva marina porque la consideramos nuestra y porque también protegemos los recursos que existen ahí, hemos sido afectados.

GRACE UNDA,
Vicepresidenta de la Cooperativa de Pescadores Artesanales COPES PROMAR

VERDADEROS PROBLEMAS DE GALÁPAGOS

Los verdaderos problemas de Galápagos son otros no la pesca, la Unesco en el año 2007 ya lo dijo, que era el excesivo turismo, porque el turismo que actualmente se hace ya no es muy ecológico que digamos.

Durante todos estos años nos han dicho que tenemos restringidos nuestros derechos constitucionales al trabajo, a la migración y otros derechos más, pero, sin embargo, en todo este tiempo no han podido controlar la migración y actualmente tenemos 6.000 residentes temporales que le quitan plazas de trabajo a los residentes permanentes de Galápagos.

Otro problema que tenemos es la introducción de plantas, no se ha podido solucionar tampoco, a pesar de que gastan millones de dólares en temas de control de tipo ambiental, tenemos plagas introducidas, por ejemplo, la broca del café, no teníamos esa plaga y eso sucedió hace pocos años.

También tenemos problemas de contaminación en los puertos poblados porque no se han podido solucionar los temas de alcantarillado, de agua potable, consumimos agua con heces en Santa Cruz, en el alcantarillado no está bien manejado el sistema de desechos de aguas negras, de aguas servidas.

Está claro que hay otros temas que no han sido atendidos, por ejemplo, en los barcos grandes de turismo botan las descargas de aguas negras y aguas grises al mar a la reserva marina, quién les controla eso, la cantidad de  combustible que consume un barco de 100 pasajeros son como 60.000 galones al mes, el doble que lo que gasta la población de Isabel en el mismo tiempo.

Entonces hay problemas que deben ser atendidos primero en el interior de Galápagos y después de ser bien eficientes en cuidar el patrimonio que tenemos, entonces podríamos pensar en que podemos ampliar un poco más porque tenemos la capacidad para poder cuidar la reserva marina que sea de la extensión que sea.

Nosotros tenemos que pensar en cuáles son los intereses primero de nuestro país, que es lo que le interesa a nuestra gente y de ahí poder decidir si lo aceptamos o no, no podemos estar aceptando ideas, iniciativas que vienen del extranjero, por favorecer a pocos empresarios de turismo y también a unas pocas personas que viven de las ONG.

No hay atención ni siquiera con pandemia, las autoridades ambientales no se compadecen del sector pesquero artesanal de Galápagos.

Pescadores artesanales del país protestaron en noviembre pasado en Guayaquil en
rechazo a una posible ampliación de la Reserva Marina de Galápagos.