El pasado 22 de febrero, el medio de comunicación Ecuavisa, difundió una noticia de la BBC sobre el artículo científico Stable Tuna Mercury Concentrations since 1971 Illustrate Marine Inertia and the Need for Strong Emission Reductions under the Minamata Convention publicado por investigadores del Instituto Nacional Francés de Investigación para el Desarrollo Sostenible en el Journal Environmental Science & Technology Letters (2024).

El artículo trata sobre el contenido de mercurio en el atún, reanudando un antiguo debate sobre la presencia de este metal en el océano y su bioacumulación en la vida marina.

Ecuador, como segundo proveedor de atún al mundo, realiza estudios continuamente sobre este tema para garantizar el cumplimiento de los más altos estándares de calidad e inocuidad demandados por los mercados de consumo, tanto nacional como internacional.

En este contexto, es preciso destacar la necesidad de que la información sea contrastada científicamente, por lo que es oportuno que los consumidores conozcan más detalles:

¿Qué es la bioacumulación?

El término bioacumulación hace referencia a la acumulación, con el paso del tiempo, de metales u otras sustancias persistentes en un organismo a partir de fuentes tanto bióticas (otros organismos) como abióticas (suelo, aire y agua).

Todas las especies de fauna y flora del planeta tienden a acumular una serie de elementos y compuestos en sus organismos y órganos, y por supuesto las especies marinas como los atunes no son la excepción.

El tiempo de vida de las especies y concentración de estos elementos en la columna de agua define los niveles de concentración o acumulación del metal.

El fitoplancton, base en la cadena trófica, también absorbe ciertos compuestos o elementos (metales y no metales). El fitoplancton es consumido por todas las especies mayores, como los pelágicos (grandes y pequeños), meso-pelágicos, demersales, etc.

Los bivalvos (conchas) son verdaderos filtradores y tienden a acumular metales pesados y no pesados, así como microrganismos (bacterias, virus, etc.).

Los pelágicos tropicales, como el atún (eslabón alto de la cadena trófica) tienden a acumular metales como mercurio, cadmio, plomo, selenio, etc.

¿La zona de pesca incide en la bioacumulación?

Sí. Y como dato relevante, el artículo al que hace referencia la BBC, no indica haber tomado muestras del Océano Pacífico Oriental, zona de pesca de la flota ecuatoriana y cuyas aguas tienen niveles muy bajos de mercurio en comparación a las áreas que fueron muestreados por la señalada investigación (https://doi.org/10.1021/acs.estlett.3c00949).

¿Se ha estudiado la bioacumulación en el atún del Ecuador?

Sí, la presencia de mercurio en la producción pesquera es un tema continuamente monitoreado y regulado por la actual autoridad sanitaria, la Subsecretaría de Calidad e Inocuidad y previamente por el Instituto Nacional de Pesca.

a) Por citar un estudio, en 2020 fue publicado una investigación de la ESPOL y el Instituto Nacional de Pesca (INP, ahora IPIAP), que analizó datos de atún del Pacifico ecuatorial Este, de donde proviene la materia prima para los diversos productos de atún ecuatoriano. Este artículo  fue publicado en la prestigiosa revista Helyion de Elsevier (https://doi.org/10.1016/j.heliyon.2020.e04576). El estudio analizó >2500 muestras tomadas por INP, desde 2009 al 2016. Los resultados mostraron que solamente una muestra (lo cual equivale al 0.0039%) superó ligeramente el máximo permitido de 1.0 mg/kg límite permisible de Hg de 1,0 mg/kg del Reglamento (UE) 2022/617 de la Comisión Europea del 12 de abril del 2022 (https://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri%3dOJ:L:2006:364:0005:0024:EN:PDF). El articulo además demuestra las razones por las que el Hg en atún del Pacifico Sur Ecuatorial Oriental es siempre muy por debajo del límite permitido.

  • Concentración de Mercurio es en elr orden de los nanogramos por litro.
  • Condiciones microbiológicas, químicas, físicas y procesos inherentes a la cadena trófica.
  • Tasa de bioacumulación menor
  • Incipiente actividad industrial en los Países ribereños; esto es, menos contaminación de Hg

Datos del año 2022 de la Subsecretaría de Calidad e Inocuidad (SCI) del Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (MPCEIP), entidad que realiza los análisis de mercurio en la producción atunera, concluyó que de 560 muestras analizadas, solamente cuatro muestras estuvieron sobre el límite permisible de Hg de 1,0 mg/kg. mientras que para el 2023, de 653 muestras, únicamente siete (7) superaron dicho límite, representando el 1,07% del total de muestras analizadas.

Además según la FDA de los Estados Unidos, estudios de decenas de muestras desde 1991 al 2010 hallaron lo que se muestra en la tabla. El promedio (mean) está por muy debajo del límite.

¿Toda bioacumulación es tóxica o lesiva?

La respuesta es no. En el caso del atún, también tiene altas concentraciones de Selenio (Se), un no-metal, que es beneficioso para la salud, desarrollo humano y químicamente neutraliza al Mercurio (Hg). El Selenio libre permite todos los procesos bioquímicos, tales como desarrollo del cerebro, sistema nervioso, etc.

Las concentraciones de Selenio (SE, no metal) en cuerpos naturales de aguas oceánicas superan a las del Mercurio (Hg, metal) en el orden >103. Importante destacar que el Se es un elemento traza necesario para el crecimiento de fitoplancton, base de la cadena trófica. Ambos elementos tienen procesos bio-geoquímicos diferentes pero que son bio-acumulados en la base de la cadena trófica terminando magnificados en los pelágicos grandes y potencialmente en el hombre.

Existe una probada relación Se/Hg (mol/mol), en la cual el Se secuestra o quela al Hg, haciendo que el Selenio pierda su capacidad de síntesis de proteínas, pero al mismo tiempo inhibiendo la toxicidad del Mercurio; los estudios de esta relación en los peces pelágicos demuestran que la relación varía de acuerdo a las especies.

La razón Se/Hg (mol/mol) en los peces pelágicos grandes es >1; los atunes comerciales tienen una razón de >5 a 15; dada la razón molar alta en los atunes, se demuestra que importantes concentraciones de Selenio permiten todos los procesos bioquímicos (desarrollo del cerebro, sistema nervioso, etc.) en el hombre; de manera particular durante su crecimiento; en otras palabras no habría ningún efecto negativo o tóxico del mercurio en el atún y su consumo.

Si bien el Mercurio (Hg) puede ser potencialmente tóxico para el ser humano a ciertas concentraciones y periodicidad de consumo. No es el caso para el atún ecuatoriano, que no sobrepasa los máximos permitidos por autoridades nacionales, europeas y norteamericanas. Adicionalmente, la presencia de Selenio en los productos pesqueros es vital para contrarrestar cualquier posible efecto.

Es importante que la academia y autoridades continúen analizando y monitoreando la presencia de Selenio y Mercurio para mantener más informados a los consumidores. Así como demostrando los beneficios de la ingesta de pescado.