Franklin Ormaza, PhD
Cámara Nacional de Pesquería

Introducción. El fenómeno de El Niño es un producto de un proceso atmosférico-oceanográfico que ocurre em el Océano Pacífico ecuatorial ; es decir variables atmosféricas como vientos (intensidad y dirección) y oceanográficas (calentamiento superficial del océano en la región 3.4) deben estar acopladas. Si no se acoplan estas variables, lo que generalmente ocurre un calentamiento del Pacifico Central ecuatorial que no se refleja más allá de la región 3.4 (centrada a unos 8000 km al oeste del Ecuador). Ormaza-González and Cedeño (2017) han encontrado, que existe alrededor 35-48 % posibilidades que lo que ocurra en 3.4 en términos de calentamiento o enfriamiento superficial, se vea reflejado en región 1+2.

 

Los fenómenos interanuales de El Niño y La Niña son básicamente procesos de calentamiento (El Niño) y enfriamiento (La Niña); es decir el contenido de calor aumenta o disminuye en la columna de agua (Planton et al., 2018); pero este proceso está conectado a meteorología, específicamente vientos.

 

Condiciones presentes. Tal como se expresó en el anterior reporte, las anomalías térmicas superficiales en la región El Niño 3.4 muestran ser positivas. En las últimas 4 semanas (12, 19 y 26 diciembre 2018; y, 2 enero 2019) estas han sido: 1.1, 1.0, 0.7, y 0.7 C, respectivamente, mostrando un importante decrecimiento en los últimos 15 días (cerca del 30%), promediando +0.85C. El Índice ONI para octubre-noviembre-diciembre es de 0.9C.

 

El contenido de calor (Fig. 1) en la columna de agua (0-300 m profundidad) a lo largo del Pacífico Ecuatorial desde 180 W a 100 W, comenzó a incrementarse rápidamente a fines de febrero de valores cercanos a 0.0 C a 0.9 C a inicios de abril (60 días), luego se mantuvo oscilando alrededor de ese valor hasta septiembre, cuando empezó casi a duplicar su valor hasta mediados de octubre (45 días) alcanzando el pico de 1.7 C. De ahí en adelante ha estado disminuyendo de manera importante; en la primera semana de enero cayó dramáticamente a 0.8C (Fig. 1, 75 días). Planton et al. (2018) han reportado que el índice de contenido calor como buen predictor (con 12 meses de anticipación) para La Niña y El Niño, pero mejor para el primer evento. La perdida de calor es importante y se refleja en la disminución de las anomalías térmicas superficiales. Pareciera que la perdida de energía va a continuar y con ello la disminución de las anomalías térmicas.

 

Índices atmosféricos. El SOI (Southern Oscillation Index) se mantiene positivo (10 a finales de diciembre); valor y signo típico cuando ocurre La Niña). Así, mismo los viento este-oeste se han mantenido fuertes; empujando aguas superficiales menos caliente hacia el oeste; lo que en conjunto produce un enfriamiento o evita que se caliente la superficie del mar. Así mismo no da lugar a las ondas Kelvin; la última onda Kelvin se originó a finales de octubre, llegó a Ecuador en Diciembre, pero fue de neutralizada por los afloramientos de Cromwell al Oeste-Este de Galápagos y Humboldt al sur de Ecuador.

 

 

Fig. 1. Comportamiento de contenido de calor en la columna de agua en el Pacifico ecuatorial. Fuente: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_update/heat-last-year.gif.

 

Posible desarrollo. Para la declaración de Fenómeno de El Niño, se requiere que el ONI sea al menos tres veces consecutivas superior a 0.5C; lo que puede ocurrir, ya Noviembre fue 0.7 y Diciembre va a ser 0.9; seguramente a finales de Enero el ONI sea menor, pero > a 0.5C. Para declarar El Niño completamente desarrollado (Full fledged El Niño), las condiciones meteorológicas deberán acoplarse, pero el SOI persiste en no acoplarse y probablemente no ocurrirá. Probablemente seguirán las anomalías positivas en 3.4 (Fig. 2) a lo largo del primer trimestre de 2019. En cuanto a 1+2 (frente a Ecuador), lo arriba mencionado ha producido que las anomalías temperaturas superficiales en 1+2 sean menores a 0.8 C con tendencia a decrecer, la primera semana de Enero la anomalía fue solo 0.2C, es decir estado neutro; los modelos (Fig. 2) prevén valores alrededor de 0.5C; quizá a fines de febrero o inicios de marzo se incrementen por encima de 1.0C.

 

Fig. 2. Posible comportamiento de las anomalías térmicas en áreas El Niño 1+2 y 3.4.
Fuente: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/CFSv2/CFSv2seasonal.shtml.


Las lluvias serán característicamente normales con picos en Febrero-Marzo. Los stocks pesqueros deberían tener condiciones adecuadas para sus procesos biológicos.

 

Referencias
Ormaza-González FI, Cedeño J (2017) Coastal El Niño 2017 or Simply: The Carnival Coastal Warming Event?. MOJ Eco Environ Sci 2(8): 00054. DOI: 10.15406/mojes.2017.02.00054
Planton, Y., Vialard, J., Guilyardi, E., Lengaigne, M., & Izumo, T. (2018). Western Pacific oceanic heat content: A better predictor of La Niña than of El Niño. Geophysical Research Letters, 45, 9824–9833. https://doi.org/10.1029/2018GL079341