A pesar de que la última vez fenómeno de El Niño se presentó, no fue tan fuerte como en décadas anteriores, se generó una disminución de la merluza (Merluccius gayi) y su escasez como producto pesquero. En respuesta a esta situación, los 36 barcos que componen la flota merlucera del Ecuador están desarrollando capacidades para la pesca experimental de combinada de aguas profundas, destinada a la captura de langostino y camarón.
Autorizado por el Gobierno Nacional en octubre de 2015, este plan piloto se lleva a cabo más allá de las 8 millas náuticas de la costa ecuatoriana.
Juan Carlos Correia, asesor técnico de la Asociación de Embarcaciones de merluza del Ecuador, que incluye 15 de los 36 buques existentes, dijo que el sector presentó el proyecto para capturar merluza en aguas profundas y camarones a través de redes modificadas.
«Era absurdo seguir con la pesca de un recurso que no se está agotando, sino que se fue. No era rentable permanecer en el negocio, ya que, en última instancia, daría lugar a la pérdida de puestos de trabajo debido a que había, necesariamente, que detener los barcos», dijo Correia.
En octubre de 2015, la Subsecretaría de Recursos Pesqueros del Ministerio de Agricultura indicó que este plan experimental propone un estudio técnico-científico para probar que las redes de pesca generan menos efectos negativos a los ecosistemas marinos, son más eficaces y permiten una rentabilidad sostenible.
A través de estos dispositivos, es posible capturar ejemplares de camarón marrón y rojo, cuyas longitudes oscilan entre 26 y 35 centímetros. De acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Pesca y publicados por Ecuador Pesquero, 11.834 toneladas de merluza fueron capturadas en 2013, un año en que el gobierno nacional formalizó la actividad.
En 2015, sin embargo, las capturas de merluza se redujeron a 7.103 toneladas métricas. En septiembre, si hay variaciones en la temperatura del mar, se espera que la pesca de merluza recupere volúmenes anteriores.
Recordemos que este mismo fenómeno fue reportado como la causa de la marea roja observada en Chile que causó la pérdida de 100.000 toneladas de salmón y significó la peor crisis ambiental de Chile en los últimos años.
Fuente Fis.com