Por: Abg. Rafael Trujillo B.
DIRECTOR EJECUTIVO DE LA CÁMARA NACIONAL DE PESQUERÍA
El 2 de marzo de 2001, luego de varias consultas que empezaron en 1999, el Comité de Pesca (COFI), de la FAO, aprobó el Plan de Acción Internacional para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (PAI-INDNR) (IUU por sus siglas en inglés). Este evento marcó un hito en un tema que ya desbordaba la acción individual de los países y que apuntaba a causar el mayor daño que la acción humana directa ocasiona a la conservación y uso sustentable de los recursos pesqueros a nivel global.
Desde entonces los países han venido adecuando y fortaleciendo sus legislaciones, para ejercer controles efectivos para luchar contra la pesca ilegal. En el caso del Ecuador, en el 2011 se expidió por primera vez un sistema de control de desembarques, esquema que fue revisado en el 2013 y 2014, cuando oficialmente se aprobó el primer acuerdo ministerial Nº 228 de fecha 28 de agosto, mediante el cual se implementó el “Régimen de certificación de capturas y refrendación de documentos tendente a prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”.
Posteriormente, mediante acuerdo ministerial MAGAP-2015-001-A del 17 de septiembre de 2015 se aprobó el Plan de Acción Nacional para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (PAN PESCA INDNR-Ec), el cual en su documento anexo se desarrolló un exhaustivo sistema de control, que ha venido funcionando con bastante eficiencia.
En la parte documental hemos avanzado bastante, habiendo logrado un buen nivel de liderazgo; sin embargo, la gran omisión del Estado a través de sus diferentes organismos sigue siendo la falta de control físico, de vigilancia efectiva de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE) en cuanto a las actividades ilegales de flotas extranjeras.
Habíamos venido advirtiendo a las diferentes autoridades las múltiples denuncias de avistamientos que miembros de las tripulaciones de naves pesqueras nacionales han venido realizando con respecto de buques extranjeros de diferentes nacionalidades en actividades de pesca ilegal dentro de nuestra ZEE, hasta que finalmente el 13 de agosto fue capturado el barco congelador chino FU YUAN YU LUNG 999, con 300 toneladas de pescado de distintas especies, en su mayoría tiburones, no solamente dentro de nuestra ZEE, sino dentro de las 40 millas de la reserva marina de Galápagos.
Este evento puso al desnudo los endebles controles de la Armada Nacional y demás instituciones de control obligadas a salvaguardar nuestros más caros recursos. Más allá de los cuestionamientos que algunos puedan tener sobre la legalidad o los supuestos excesos en los procedimientos utilizados que terminaron en cárcel para los 20 tripulantes del barco chino y el decomiso de este, el evento ha tenido un impacto beneficioso al haber recibido gran publicidad y haber despertado el interés de autoridades, ONG y del sector pesquero.
El sector privado ha reiterado una vez más su apoyo a todo tipo de acciones encaminadas a controlar y eliminar la pesca INDNR y ha ofrecido a las autoridades el apoyo y la cooperación necesarias para estos fines, pues es hora ya de terminar de una vez por todas con esta lacra de la pesca ilegal que no solo arrebata nuestros recursos, sino que atenta contra los esfuerzos de conservación que las autoridades, las ONG y el sector pesquero nacional vienen realizando desde sus diferentes esferas de acción.
Que este desdichado evento sirva para que el Estado, a través de las distintas autoridades no escatimen los recursos necesarios para proteger nuestros mares y evitar que continúen siendo saqueados por los nuevos piratas de la era moderna.