Con el crecimiento del consumo de productos  de marca y la preocupación creciente de los consumidores por comodidad y salud, el envase en bolsa se ha convertido en una opción para muchos, en especial a lo concerniente a productos del mar. Aunque todavía representa un sector relativamente pequeño del mercado, ha mostrado un crecimiento estable, en especial entre las nuevas generaciones de consumidores, que desean productos fáciles de consumir y auténticos.

Existe una percepción por parte de los consumidores de que los productos procesados para ser envasados en bolsas son más sanos que los tradicionales de lata. Esto puede deberse a ideas preconcebidas en cuanto al proceso de conservación o simplemente a la facilidad y rapidez con la que puede usarse el producto. Lo cierto es que las bolsas ofrecen una mayor superficie para el diseño y el trabajo de marca, además de una interesante apariencia de modernidad. Aunque no resulte un empaque particularmente barato para procesar, su incursión en mercados como Estados Unidos y Turquía ofrece cifras interesantes: desde 2013 el consumo de atún en bolsas ha crecido en Estados Unidos hasta llegar a los 2.000.000 de unidades vendidas en la actualidad, llegando a representar el 8% de la producción de atún en conserva pero el 15.5% en ganancias netas. En Turquía la marca líder del país, Dardanel, ha llegado a colocar sus ofertas envasadas en bolsas hasta representar el 15% de su cuota de mercado y la tendencia continúa al alza, gracias a los nuevos consumidores.

En Europa, en general, los mercados se comportan de forma más tradicional manteniéndose la preferencia por el atún en lata.  A pesar de contar con variedad de oferta en envase de bolsa, proveniente principalmente de Ecuador, ésta se ha mantenido en el área de servicios y restaurantes, como un producto de calidad. Para el consumo diario el consumidor europeo promedio continúa evaluando primero el costo-beneficio. Para ellos no es un gran problema lidiar con el decantado de la pieza de atún de la lata, dejando aparte el aceite o agua, a diferencia del consumidor americano que prefiere un desempaque más cómodo, volviéndose las bolsas de 77g en un nuevo estándar en expansión

En el caso de Europa se hace mención aparte a España como ejemplo de mercados potenciales para productos pesqueros en todas sus presentaciones. Los españoles han aumentado su consumo de productos del mar en conserva en más de 350 gramos desde el año 2010. Este aumento implica un crecimiento del consumo del 9 por ciento, destacando los mariscos enlatados, como el único producto de la pesca y la acuicultura, que ha incrementado su consumo per cápita en los últimos seis años.

Aunque el atún envasado en bolsa sea un poco más caro y difícil de procesar, ofrece posibilidades interesantes de mercadeo y ganancias, además de apuntar en la dirección de las nuevas generaciones de consumidores.