Para el próximo octubre se fijó la próxima reunión extraordinaria de la CIAT. Con problemas para establecer políticas claras entre las partes, no existe certeza de que esta reunión rinda los resultados que se esperan para el manejo y conservación del atún en el Pacífico Oriental, cuyos acuerdos fueron postergados para esta reunión.

De acuerdo a Elizabeth Wilson, directora de Política Internacional de los Océanos en The Pew Charitable Trusts, la Comisión difirió todas las las medidas administrativas sobre los stocks de atún, lo que significa que un desenlace positivo para la próxima reunión parece improbable sin la voluntad política para actuar.

Las naciones miembro hicieron un esfuerzo por adoptar controles de captura provisionales para el bigeye, aleta amarilla y barrilete. Aún así Wilson asegura que la Comisión se encuentra atrasada con respecto a las medidas tomadas por los organismos administradores de otras regiones en el desarrollo de estrategias modernas de gestión y conservación.

Los miembros de la Comisión han pasado siete años discutiendo una propuesta regional con estándares mínimos para la supervisión de puertos sin resolución alguna. Wilson declara que aunque algunos países (entre ellos Ecuador) han adoptado el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto, la CIAT como conjunto ha fallado en tomar medidas más efectivas para la conservación de especies en peligro.

Wilson resalta que la Comisión ha hecho avances importantes para la conservación del tiburón y aprecia el esfuerzo realizado en varios aspectos que implicaron el trabajo duro de las partes involucradas. Además los miembros de la CIAT han hecho algunos progresos en los esfuerzos para hacer cumplir las medidas de conservación y gestión para poner fin a la pesca ilegal. La Comisión ha aceptado algunas normas para obligar a las embarcaciones a que tengan números de identificación únicos y a utilizar el seguimiento por satélite, pero se necesitan mejoras para cerrar algunas lagunas de seguridad.

Ante este escenario la recomendación es un plan a cinco años que incluya proveer entrenamiento y formación a las pesquerías, mejorar la integridad del reporte del Comité de Asesoramiento Científico a la Comisión y colaborar con la Western and Central Pacific Fisheries Commission en las evaluaciones de los stocks.