La National Oceanographic and Atmospheric Administration (NOAA) publicó en marzo del presente año nuevas normas mejoradas para lograr la etiqueta Dolphin Safe para todos los países, en un intento de poner fin a un conflicto laboral de larga duración con México.
El otoño pasado, la Organización Mundial de Comercio dictaminó que los EE.UU. estaba utilizando injustamente estándares más estrictos de seguimiento y verificación de la pesca del atún en las aguas de San Diego a Perú, donde operan flotas de distintos países, informó The Associated Press.
La NOAA ha elegido este plan que eleva los requisitos para los productos de atún de cualquier otra región del mundo. Las nuevas normas requerirán que los atuneros que laboran en el Pacífico tropical oriental tengan que elaborar más papeleo y cumplir con más observaciones gubernamentales. Del mismo modo requerirán que los capitanes y tripulación reciban formación ‘Dolphin Safe’.
Mientras tanto, fuentes de los medios de comunicación informaron que la administración Obama está presionando al Congreso para que apruebe la Asociación Trans-Pacífico, un acuerdo comercial con 11 países de la costa del Pacífico. Esta asociación facilitaría las conversaciones y acuerdos entre países en estas materias.
Entre las mayores fuentes de las importaciones de atún en conserva de Estados Unidos en 2015 estuvieron: Tailandia, Vietnam, Mauricio, Canadá, Ecuador, Fiji, China e Indonesia, según datos de National Marine Fisheries de la NOAA.
Debido a que el atún aleta amarilla nada con delfines en el Pacífico tropical esto muchas veces representa un problema. «Las grandes empresas con grandes barcos no tendrán ningún inconveniente en adaptarse pero los barcos pesqueros de menor tamaño, van a tener grandes dificultades para conseguir el cumplimiento de la misma. La intención es mantener las fuertes normas de la etiqueta dolphin safe», dijo Mark Palmer, un especialista en mamíferos marinos de el Earth Island Institute.