El sector pesquero expresa su profunda preocupación ante el anuncio del Gobierno Nacional de eliminar el subsidio al diésel del sector industrial. Las repercusiones económicas y sociales de dicha medida afectarán sustancialmente a las economías del perfil costero ecuatoriano.

Es importante aclarar que, en el año 2015, el Gobierno anterior eliminó el subsidio a todos los combustibles del sector industrial exceptuando al diésel de los sectores pesquero y camaronero por la alta sensibilidad que representa dicho insumo para la operación de estas industrias y reconociendo su vital aporte a la economía ecuatoriana.

En el año 2016, el país consumió 1300 millones de galones de diésel, 64.1% de dicho consumo se genera en el sector automotriz, 7.3% en el sector eléctrico, 6.1% en el sector naviero y 22.4% en el sector industrial, de los cuales el sector pesquero industrial consume apenas el 5% del total de diésel consumido en el país.

La eliminación del subsidio del diésel – internacionalización del precio – al sector pesquero no representará una solución a la problemática fiscal causada por la mala administración de los recursos públicos de gobiernos anteriores, sino que además generará un impacto negativo en la economía nacional y un terremoto económico en las economías costeras.

La sociedad debe conocer que la pesca es uno de los sectores más importantes para la economía nacional, más aún para las economías costeras, tanto por la generación de empleo, exportaciones y aporte a la seguridad alimentaria de todos los ecuatorianos.

En un análisis costo – beneficio de los últimos 5 años, la pesca aporta anualmente al país alrededor de $1.500 millones en exportaciones, divisas vitales para el mantenimiento de la dolarización, sistema que beneficia a todos los ecuatorianos. Emplea directamente a alrededor de 108 mil personas, 49.856 personas formalmente en el sector industrial de captura y procesamiento y alrededor de 59 mil pescadores artesanales. El sector pesquero societario redistribuye a la sociedad anualmente al menos $204 millones en tributos, aporte a la seguridad social y utilidades distribuidas a trabajadores. Es decir que, por cada dólar de soporte al sector pesquero, este devuelve 15 dólares en exportaciones y más de 2 dólares en aporte a la seguridad social y utilidades distribuidas a trabajadores). A esto se suma la producción y empleo generado indirectamente en el sector acuícola, fábricas de alimento balanceado, avícolas, harineras, conserveras, aceiteras, fabricantes de envases, cartones, etiquetas, industrias conexas proveedoras de insumos y materiales al proceso de agregación de valor de la pesca y otros servicios de soporte a los sectores de la pesca y acuicultura.

Reconocemos los esfuerzos del Gobierno Nacional en reducir su gasto, sin embargo, la eliminación del subsidio al diésel pesquero y camaronero constituiría una afectación sustancial y pérdida de competitividad a dos de los sectores económicos que han aportado de manera importante al desarrollo de la economía del país durante los últimos 20 años, y que han sabido retornarle con empleo, producción, inversión y exportaciones cada dólar que el gobierno ha invertido en su política de subsidios productivos.

La pesca en el Ecuador es una actividad que compite globalmente contra flotas extranjeras que cuentan con subsidios directos e indirectos para su operación, y con una alta vulnerabilidad a condiciones climáticas, biológicas y regulaciones nacionales e internacionales.

Los subsidios son un instrumento de política pública para la competitividad en un contexto globalizado, exhortamos al Gobierno a revisar su decisión de eliminar los subsidios al diésel para la producción pesquera, y evitar la destrucción de valor en la cadena productiva de la pesca y del camarón.