Las Naciones Unidas mediante su organización especial para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su última reunión con las autoridades pesqueras de Ecuador y otros países de Latinoamérica, presentó un proyecto de cooperación dedicado a apoyar a 11 países de América latina, para combatir pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, la cual coloca en riesgo la seguridad alimentaria de estas naciones.
Este acto fue celebrado el pasado lunes 14 de noviembre en la ciudad de Panamá y ha dejado un apoyo reconfortante a todos estos países que sufren y padecen los avatares de la pesca ilegal. Los países que acompañaron a Ecuador en esta reunión de alto nivel fueron: Belice, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, Perú y por supuesto Panamá como ciudad sede.
Hablaron los voceros de la FAO
En la referida reunión el Coordinador Subregional de la FAO para Mesoámerica, Tito Díaz, explico con claridad: “La pesca ilegal no sólo amenaza la seguridad alimentaria y la sostenibilidad… sino también el bienestar económico de dos millones de personas que dependen de la pesca”.
Por lo tanto, la pesca ilegal atenta contra la economía de los países afectados por estas prácticas ilícitas, prohibidas e indebidas, que alteran el orden financiero y que ponen en riesgo la conservación de los recursos naturales.
El contenido del proyecto presentado por la FAO
El contenido del proyecto presentado para combatir la pesca ilegal en Latinoamérica y demás países del Caribe se enmarca en los siguientes ítems:
- La ejecución de una serie de actividades y actuaciones coordinadas para combatir pesca ilegal.
- Establecimiento de mayores medidas de control por parte de los órganos gubernamentales y demás instituciones del sector, de forma tal, que se frene de forma rápida y expedita cualquier acción que se oriente al zarpe de barcos ilegales que se destinan a pescar en territorios no permitidos.
- Incentivar medios legales de pesca, para lo cual quienes desean ejercer la actividad deberán cumplir con todos los requisitos y formalidades establecidas en las normas de cada localidad.
Más sistemas de vigilancia para combatir pesca ilegal
El proyecto, además, contiene planes especiales de vigilancia, control y monitoreo de la pesca, presentando mecanismos innovadores para lograr una gestión sostenible de recursos pesqueros. A su vez, en el referido plan, la FAO manifiesta su real compromiso de colaboración y ayuda para que los países participes de la reunión pueden comenzar lo más pronto posible a implementar este proyecto, pudiendo obtener así, resultados a cortos plazo sobre la reducción de la pesca ilegal, hasta poder llegar a su completa erradicación.
Aplicación del Acuerdo sobre las Medidas del Estado Rector del Puerto
Al mismo tiempo, Ecuador con los demás países presentes y junto a la FAO, se comprometen a implementar el Acuerdo sobre las Medidas del Estado Rector del Puerto, que es básicamente el primer tratado internacional de carácter vinculante que pretende acabar con la pesca ilegal, dicho acuerdo entró en vigencia este año, por lo que es necesario impulsar su plena ejecución. Aunado a este Acuerdo se invita a los países participantes a promover otros proyectos de FAO referidos a la seguridad alimentaria.
Los datos oficiales de la pesca ilegal
Según información suministrada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada genera un daño gravísimo a los países afectados, ya que, sustrae unos 26 millones de toneladas al año de productos de mar, dicha cantidad equivale aproximadamente a 23.000 millones de dólares, siendo esto el 15 % de la producción mundial registrada.
La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada desafortunadamente ha ascendido a nivel mundial, reflejando el 16% de las exportaciones de pescados y animales de mar en todo el mundo, siendo esto uno de los mayores desastres para la actividad pesquera legal.
La pesca ilegal y los problemas sociales
Además, del montón de problemas económicos que trae consigo la pesca ilegal, la misma también, revela consecuencias sociales derivadas de la disminución del volumen de biomasa, lo cual, coloca en riesgo los medios de vida de las personas que trabajan en la pesca y la subsistencia de otros actores del sector pesquero, agravando con ello, la pobreza en las zonas pesqueras.
El problema de la pesca ilegal y la biodiversidad
En este mismo orden de ideas, Tito Díaz como vocero de la FAO en esta región, señala que la pesca ilegal es una pesca indiscriminada, la cual no permite tener una estimación fiable de las poblaciones de peces afectadas, sobreexplotando aún más la actividad pesquera.
Se espera que estos planes de ayuda de la FAO pueden realizarse tal y como se encuentran estructurados, logrando así combatir pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.